El Gobierno regional proyecta un presupuesto que reserva casi el 70 por ciento para el gasto social que se reparte entre las consejerías de Sanidad, Educación y Servicios Sociales. El reparto por áreas es bastante similar al de ejercicios anteriores: la atención sanitaria se lleva la mayor parte de las cuentas regionales, aproximándose a los 1.680 millones de euros mientras que la partida para Desarrollo Rural crece en más de treinta millones de euros.

El Presupuesto pasará de los 4.000 millones de euros aunque la cifra definitiva está todavía pendiente del límite de déficit y del endeudamiento que señale el Consejo de Política Fiscal y Financiera, según comentó Gaspar Llamazares, al término del encuentro que mantuvieron en la mañana de ayer el nuevo coordinador general de la coalición, Ramón Argüelles, y el presidente del Principado, Javier Fernández, y en el que también estuvo la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, y el portavoz del PSOE, Fernando Lastra.

El Presupuesto de 2017 será algo superior al de este ejercicio, que arrancó, en situación de prórroga, con 3.991 millones de euros. El aumento en el capítulo de ingresos permitirá ligeros incrementos en todas las consejerías: los más destacados serán en el capítulo de Sanidad, que rondará los 30 millones de euros, y en Desarrollo Rural, que de los 162 millones del presente ejercicio pasará a algo menos de doscientos, un aumento que se materializará en una mayor partida para el apoyo al mantenimiento de las rentas ganaderas. En el resto de áreas, los crecimientos presupuestarios serían mucho más modestos. La consejería de Infraestructuras, que ha visto recortadas de forma drástica sus asignaciones en los últimos años debido a la crisis, tendrá algo más de 175 millones después de que en el actual ejercicio contara con casi 170.

"Estamos ante un Presupuesto ligeramente superior a la prórroga y, por tanto, tenemos un margen de maniobra estrecho", valoró Llamazares tras la primera toma de contacto con el Gobierno para hablar de las cuentas del próximo ejercicio, que tuvo un segundo capítulo ayer por la tarde, ya en las dependencias de la consejería de Hacienda. El coordinador de la coalición, Ramón Argüelles, se mostró una vez más dispuesto al diálogo pero dejó entrever por dónde irán sus reivindicaciones en la negociación recién abierta. "Queremos que no sea sólo un Presupuesto de servicios sociales sino que también pueda generar puestos de trabajo", planteó Argüelles quien juzgó necesario "compatibilizar las ayudas con inversiones productivas". Aunque de ese primer encuentro trascendieron más intenciones que datos, Izquierda Unida dejó patente que aspira a que haya mayores partidas para inversión que ayuden a favorecer la creación de empleo, la principal asignatura pendiente en Asturias, con más de 80.000 parados. Tras esta primera reunión con IU, el Gobierno socialista tiene previsto mantener negociaciones esta misma semana con el grupo parlamentario de Podemos, cuyo apoyo resulta decisivo para que el Presupuesto del próximo año salga adelante. De lo contrario, el Ejecutivo puede verse abocado a una segunda prórroga consecutiva que mantenga el presupuesto pactado con el PP para 2015.