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La caza del jabalí con flechas "es silenciosa y segura", según los arqueros

El lanzamiento ideal se realiza a 25 metros: "Hay que controlar al animal, no es fácil"

La caza del jabalí con flechas "es silenciosa y segura", según los arqueros

Flechas para acabar con el jabalí urbano. Asturias estudia trasladar a las ciudades una práctica que lleva años funcionando en los cotos regionales: la caza con arco. Según los especialistas, la modalidad es "súper segura", ya que el tiro sólo es efectivo a una distancia menor de 30 metros, mientras que un rifle puede tener el alcance de 400. La Asociación Asturiana de Caza con Arco (ADECA) ya propuso hace dos años intervenir en las zonas de seguridad ante la preocupante expansión de la especie. Sin embargo, asegura su presidente Luis Miguel Fernández, la respuesta del Principado "fue negativa". Ahora el autor del plan de control de jabalí, Carlos Nores, sopesa incluir el arco como un procedimiento complementario a los aguardos y las trampas.

"No sería la solución total al problema, pero sí que una ayuda más", dice Luis Miguel Fernández. Y es que esta variante al rifle tiene sus ventajas: es silenciosa, por tanto no genera alarma en el vecindario, y es más segura al realizarse a corta distancia y en altura. El lanzamiento ideal es el que se hace a 25 metros, según sostiene Carlos Puerta, presidente del club llarenense Arqueros del Xabalín. Para ello, hay que estudiar previamente la zona. "A través de cámaras de fototrampeo, sabemos cuáles son las zonas de paso del jabalí. Elegimos un árbol próximo y allí realizamos la espera", explica Puerta. Esa espera se hace en los denominados "tree stands", una especie de asientos, colocados a cuatro o cinco metros de altura para no ser visto por el animal y evitar un ataque. Los arqueros tienen que ir con ropa de camuflaje y de olor neutro y buscar el aire a favor.

"En ocasiones creamos un cebadero durante días para habituar al jabalí a que pase por una determinada zona", comenta Luis Miguel Fernández, que afirma que el jabalí es una especie "muy desconfiada". "No es nada fácil lanzar una flecha. Antes de entrar en un cebadero, el ejemplar olisquea, mira para todos los lados, entra, sale... Y hasta que no estén tranquilos no podemos apuntar", agrega. Eso sí, cuando la flecha sale del arco es más efectiva que la bala. "La flecha parte huesos. Pero esto es como todo, si lo enganchas en la pata no logras matarlo. Ahora bien, si atinas bien, lo dejas en el sitio. Y los arqueros son gente muy preparada", sostiene José Gerardo Costales, presidente del club deportivo del coto Los Llanos de Colunga, donde se practica esta modalidad.

La Ley de Caza del Principado establece en su artículo 30 que las licencias se clasifican en permisos de clase A, que autorizan al ejercicio de la caza con armas de fuego, y permisos de clase B, que autorizan al ejercicio de la caza "con otros medios o procedimientos debidamente autorizados". Entre ellos figuran la caza con arco. Según la Resolución de 10 de marzo de 2014, de la Consejería de Recursos Naturales, este tipo de caza se puede ejercer en las reservas y cotos regionales siempre y cuando estén recogidos en sus planes técnicos. El Gobierno no admite las batidas con uso mixto de armas, es decir, de fuego y arco. "La crisis y la disminución de cazadores ha llevado a muchos cotos a abrir sus terrenos cinegéticos para los arqueros. Ahora nos movemos por Navia, Colunga, Llanes y Noreña", dice el responsable de la asociación regional. Una de sus eternas reclamaciones es que el Principado autorice la caza de noche, coincidiendo con las horas de mayor actividad del jabalí. "Ahora tenemos que hacerlo de día y eso es tremendamente difícil", remata.

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