La doctora Carmen Martínez Rodríguez, natural de Cangas del Narcea e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que suma entre sus logros el de impulsar la recuperación de la viticultura en la región y el mérito de ser la única asturiana en la élite nacional de la ciencia, ha sido reconocida como "Asturiana del mes" de octubre de LA NUEVA ESPAÑA, noticia que recibía ayer "con mucha alegría" desde Galicia, "más viniendo desde mi tierra, Asturias", señalaba.

Martínez (Carballo, 1961) es la jefa del grupo de Viticultura y del departamento de Viticultura y forestal de la Misión Biológica de Galicia (CSIC, Pontevedra), donde acumula una trayectoria de más de 30 años. Es investigadora principal, entre otros, del proyecto "Galiat 6+7", que estudia los beneficios de la dieta atlántica. Y recientemente ha sido la comisaria, junto a Alfonso Carrascosa, de la exposición "La vid, el vino y el CSIC", que tras registrar unas cifras récord de visitantes en el Real Jardín Botánico de Madrid recaló en fechas recientes el auditorio de Oviedo, donde la canguesa impartió una charla. Desde el Principado, dice con orgullo, esa misma exposición viajará ahora a Bruselas.

Gracias a su trabajo, ahora existe una denominación de origen de vinos asturianos (DO Vinos de Cangas) y se han vuelto a instalar bodegas en el suroccidente asturiano. "Me empeñé en hacer estudios sobre la viticultura en Asturias porque vi que estaba desapareciendo", comenta sobre sus inicios. "Trabajamos también con muchas bodegas, intentando realizar un esfuerzo por transferir los resultados de la investigación. Y también realizamos divulgación", agrega.

Martínez forma parte de la selección de los mejores investigadores de España efectuada por el CSIC el pasado octubre. Su fichaje en "la Roja" de la Ciencia responde a su labor en el campo de la viticultura y la sitúa como una de las mejores científicas del país. Entre sus compañeros se encuentran el bioquímico Mariano Barbacid, el cirujano plástico Pedro Cavadas y el investigador Juan Francisco Martínez Mojica, entre otros. La suya, indica, es una línea de investigación "muy lenta y complicada", de mucho trabajo de campo, donde cuesta más mantener el ritmo de publicaciones científicas en comparación con otros campos, reconoce.

Su director de tesis, el doctor Mantilla, fue quien la animó a poner en marcha unas líneas de investigación pioneras en España. Cuando presentó su tesis, sobre la aplicación del cultivo in vitro en la vid, que el CSIC utilizó de forma pionera en la variedad albariño desarrollando una metodología para su regeneración in vitro, apenas sí había unos pocos estudios en Francia, adonde la propia Carmen Martínez se desplazó para continuar su especialización. De allí dio el salto a Alemania, Italia... y en 1999 regresó a España. Fue cuando fundó su equipo actual, integrado por cinco doctores y cuatro técnicos.

Su labor, resume ella, entusiasmada por el galardón de LA NUEVA ESPAÑA, es la de localizar, recuperar y describir, utilizando técnicas de ADN, viníferas para el mercado. Cuando hace tres décadas el consumo de albariño apenas excedía el mercado doméstico, ella lo describió botánicamente -"fue empezar de cero en muchos aspectos", reconoce- y ha logrado seleccionar once clones casi extintos de la uva que lo produce.