Por la boca muere el pez y por la lengua lo hacen a diario los políticos, aunque se olvida fácilmente. Y lo que en un sitio sirve en otro no, según se vista el santo. El ejemplo más evidente de esto último es la relación cordial que Xixón Sí Puede mantiene con Foro Asturias en Gijón desde hace tiempo, hasta el punto que está a un paso de permitir que los foristas de Carmen Moriyón saquen adelante sus presupuestos con una abstención de los podemistas. La jugada es simétrica a la que tantas veces Podemos ha reprochado al PSOE (hay que recordar la identificación entre abstenerse y apoyar que llegó a establecer la formación morada) cuando saca el látigo de la crítica de su presunta connivencia con la derecha. A ojos de los socialistas, Gijón constituye el mayor foco de incongruencia de los morados. El PSOE está expectante para tomar nota de lo que ocurra finalmente en el acercamiento presupuestario del ayuntamiento gijonés por si tiene que cargarse de argumentos en el caso de que los populares permitan la aprobación de las cuentas regionales con una abstención.
La singularidad que supone la relación de Podemos y Foro en Gijón se refuerza con el añadido de que también Izquierda Unida está dispuesta a consentir que los foristas aprueben su presupuesto, en una estrategia acordada con Xixón Sí Puede. Justo lo opuesto de lo que ocurre en Asturias, donde las relaciones entre los podemistas y la coalición se enfrían a cada minuto que pasa.
