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Un ciclo biológico portentoso

El salmón atlántico (Salmo salar) tiene un ciclo biológico fascinante. Considerado como un portento de la Naturaleza, es un pez anádromo, perteneciente a la familia de los salmónidos, dotado con un formidable instinto de conservación y superación. Seña de identidad, al igual que osos y el extinto urogallo, de una Comunidad que presume, no sin fundamento, de ser Paraíso Natural. Su presencia supone un claro indicador de calidad, ya que, para llevar a cabo su ciclo de vida, precisa de unos cauces en buenas condiciones, con aguas limpias y en buen estado de conservación.

Nace en las cabeceras de los ríos cantábricos, donde pasa sus primeros años de vida para, posteriormente, emigrar al mar, donde permanecerá engordando un período de uno a tres años. Después regresan a sus ríos de origen, al mismo lugar donde nacieron, ahora como ejemplares adultos y sexualmente maduros, para reproducirse y cerrar el círculo. Todo empieza y termina en el mismo lugar. La transmisión genética es la única recompensa que premia su tenacidad y el tremendo esfuerzo que realizan para conseguirlo.

Sella, Cares, Narcea, Nalón, Eo, Esva... siguen teniendo el privilegio de recibir cada primavera, en mayor o menor cantidad, la llegada de estos emblemáticos peces. Pese a que la regresión de la especie durante las últimas décadas es un hecho, Asturias, que supone el límite meridional de la especie, todavía puede presumir de albergar este tesoro natural. Tesoro que estamos obligados a conservar y entregar en las mejores condiciones posibles a las generaciones futuras.

Más allá de su pesca deportiva, actividad que desata pasiones y mueve todos los años miles de aficionados hacia los ríos del Principado, no deja de sorprender ese complejo ciclo biológico. Muchas fases del mismo pueden contemplarse en las cristalinas aguas de los ríos de la región, especialmente su período reproductivo que tiene lugar durante el mes de diciembre. La más que evidente belleza de los escenarios donde los salmones llevan a cabo su última etapa, es motivo suficiente para acercarse a cualquiera de ellos y disfrutar del espectáculo.

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