Asturias podría reducir en 9.000 el número de jóvenes que emigren a otras comunidades autónomas y al extranjero en la próxima década si lograsen un empleo con buenas condiciones laborales y salariales que les permitieran emanciparse y la región invirtiera más en educación.
Esta es una de las conclusiones a las que se llega en el informe "Consecuencias económicas y sociales de la situación de la juventud en Asturias", elaborado por los doctores en Sociología e investigadores Stefano de Marco y Daniel Sorando para el Consejo de la Juventud del Principado. Según su estudio, reducir el número de jóvenes que abandonan la región dependerá de "una acción decidida" que les permita su emancipación.
Los investigadores colocan a Asturias entre las regiones "empobrecidas con la mayor emigración juvenil interior, una notable inversión educativa, precariedad juvenil y baja emigración exterior". El Principado encabeza una lista en la que también figuran Canarias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Galicia.
El problema, según explican estos expertos, es que esta emigración a otras comunidades autónomas suele ser el preludio de la marcha a otro país. "Normalmente se sale de una población pequeña a otra más grande, y de ahí a otro país. Lo más habitual es salir de Asturias y dirigirse a Madrid o a otra gran ciudad, antes de marcharse al extranjero", explicó Stefano de Marco.
En el estudio figuran precisamente las comunidades con mayor emigración exterior, es decir, aquellas que comparativamente son ricas y tienen una elevada inversión educativa, pero en ellas se produce una elevada acogida de jóvenes procedentes de otras comunidades y la salida hacia otros países, por la precariedad laboral. En este ranking figuran Madrid, Navarra y el País Vasco.
En el caso concreto de Asturias, ambos investigadores explican que los recortes han llevado a una "inversión educativa baja, así como la ocupación laboral y la tasa de emancipación" juvenil. Y añade que "este conjunto de factores favorece una emigración exterior superior a la media estatal, que es contenida por un desarrollo económico modesto de la región, así como por la menor incidencia de la jornada parcial y un saldo migratorio juvenil de los jóvenes que es negativo".
Es decir, las condiciones que existen en Asturias hace que se marchen los jóvenes de la región y que, además, por la situación laboral, tampoco sea atractiva para que se produzca la llegada de otros procedentes de otras comunidades autónomas. "Asturias se consolida como una comunidad autónoma con notables problemas de pérdida de población joven, ya sea hacia el extranjero, ya sea hacia otras autonomías", dice el informe. Y añade que "la rebaja significativa" de esta pérdida de población juvenil "es posible mediante una acción decidida en el incremento en inversión educativa, el acceso de los jóvenes a la vivienda y la aproximación a tasas de desempleo juvenil razonables".
