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Indignación al comenzar los concejos a cobrar el IBI de los hórreos y paneras

Los fabricantes reivindican que los graneros son muebles y rechazan que el Catastro haga que tributen como edificios: "Acabarán cayendo todos"

Manuel José Martínez, ante su hórreo, en la parroquia gozoniega de Santiago de Ambiedes. MARA VILLAMUZA

Indignación en Asturias al empezar los concejos a cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de hórreos y paneras. Los fabricantes y expertos de edificaciones tradicionales reivindican que los graneros de madera son muebles -pueden ser desmontados- y rechazan el cambio de criterio del Catastro, que los tipifica ahora como construcciones. "Es como si tenemos que pagar por una mesita: absurdo", se quejan los afectados, que alertan de que así "acabarán cayendo todos". "En vez de ayudar, lo que hacen es cargar a los propietarios", protesta Juaco López, director del Museo del Pueblo de Asturias y ex director general de Patrimonio. Según su estimación, hay entre 15.000 y 20.000 graneros regionales.

El impuesto municipal a este tipo de construcciones se lleva aplicando desde 2004. O al menos en ese año la ley de Haciendas Locales cambió la consideración del hórreo de bien mueble a inmueble. La norma, no obstante, deja exentos a los graneros de más de 100 años. La polémica surge ahora ya que la medida no entra en vigor hasta que los municipios hagan una revisión catastral. Gozón, por ejemplo, la tuvo en 2013 y fue al año siguiente cuando reclamó el IBI a los propietarios de paneras. "Resulta que para pagar sí son consideradas viviendas, pero para vivir en ella no", protesta la diputada de Podemos Lucía Montejo. Su grupo ya llevó hace semanas a la Junta General del Principado una proposición no de ley para acabar con esta medida. "Salió adelante y seguimos trabajando en ello. Es injusto que los vecinos estén pagando por un inmueble cuando no lo es", insiste.

En esa tesis ahondan los fabricantes, que advierten que el deterioro irá a más. "Ya hay muchos abandonados; si ahora encima hay que pagar el IBI, habrá más", dice el carpintero Joaquín Grana. El cambio de criterio del Catrasto puede deberse, según el presidente del Registro de Asesores Fiscales (REAF), Jesús Sanmartín, a una transformación de su uso. El hórreo dejado de ser rural para ser urbano. "Ahora se utiliza como garaje, como trastero... Es un elemento más de la vivienda", explica. Lo mismo opina el profesor de Hacienda Pública Santiago Álvarez, que asegura que el granero asturiano es un bien inmueble sin ninguna duda.

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