Los premios de la lotería todavía se pagaban en pesetas la última vez que el Niño hizo una parada prolongada en Asturias. Con el de ayer, dieciséis sorteos consecutivos han pasado de largo. El gordo de Reyes no visita entero Asturias desde que todo el 60.527, el número premiado en 2001, se repartió por el barrio del Cristo de Oviedo gracias a la buena mano de Dolores Lillo, la lotera de la administración El Gallo de Oro. La suerte, la grande, la de las descargas de millones de los premios gordos, esquiva desde entonces el Principado, que el año pasado cobró un décimo del Gordo en Gijón y ayer se conformó con uno del segundo premio en Avilés.

Para recordar a Asturias celebrando masivamente el primer premio es necesario retroceder una y otra vez hasta la mañana de Reyes de 2001, hasta los 8.400 millones de pesetas de entonces, más de cincuenta en euros de hoy, que llovieron aquel día sobre la capital del Principado. Era el duodécimo Gordo del Niño consignado en la región. Antes, Asturias había festejado tres más en Oviedo, cuatro en Gijón, dos en Avilés y uno en Tapia de Casariego, Langreo y Cangas del Narcea. De ahí en adelante, sorteo tras sorteo y a pesar de la permanente buena situación de los asturianos entre los españoles que más gastan en lotería, no han caído aquí más que pequeños pellizcos como el que ayer dejó 75.000 euros de un décimo vendido en Avilés.