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Actor, interpreta el sábado en el Jovellanos "Una gata sobre un tejado de zinc caliente"

Juan Diego: "Dicen que nos comemos las subvenciones, pero aquí dan 60 millones al cine y en Francia 700"

"Disfruto más con el teatro porque tengo dos horas en las que puedo vivir, sentir, llorar y disfrutar con el personaje"

Juan Diego, representando "Una gata sobre un tejado de zinc caliente".

Juan Diego encabeza un reparto de lujo en "Una gata sobre un tejado de zinc caliente", la obra de Tennessee Williams que se representará este sábado en el teatro Jovellanos a partir de las 20.30 horas. Saldrá a escena junto a Maggie Civantos, Eloy Azorín y Ana Marzoa. La obra se representará también en el teatro Campoamor de Oviedo los días 24 y 25. "Vamos de lleno en lleno en cada función. Es algo impresionante que merece la pena ver y disfrutar", resalta el consagrado actor (Sevilla, 1942).

-¿Qué tiene de especial esta gata?

-El público se va a encontrar con la familia, que es algo que todos conocemos y sufrimos. Y si la familia tiene dinero y hay que repartir herencia, peor aún. Y si hay unas cuñadas que se odian y arañan, porque dicen que esto mío y no de tus hijos ni de nadie... Y si además hay en medio un alcohólico, con una oscura relación con un amigo que jugaba al fútbol americano, una madre portentosa, y un padre que se ha hecho a sí mismo, el día del cumpleaños se arma allí una como si fueran las Navidades, y faltará poco para que le den una patada al pesebre. Está todo sustentado por una prosa magistral del autor, con un realismo muy duro y muy poético el lenguaje.

-Hay muchos momentos brillantes en la obra, pero ¿cuál es su preferido?

-Es todo un deleite, desde que empieza la música. Pero mi momento preferido es el final del segundo acto, en el que el padre descubre que tiene una enfermedad y se produce un encuentro muy emotivo con el hijo.

-¿Cómo consiguen transmitir todo ese carrusel de emociones de muerte, mentira, sexo, represión, ambición y frustraciones sin que decaiga la intensidad?

-Hay un lenguaje muy cercano, realista y potente. Hay una apuesta muy férrea para transmitir estos sentimientos por parte de la directora de la obra. Los que estamos allí tenemos también la obligación de sentirlo, vivirlo y transportarlo al espectador.

-¿Está en un momento de su carrera que disfruta más con el teatro que con el cine o la tele?

-Disfruto más con el teatro, porque tienes dos horas para vivir, sentir, llorar y disfrutar con un personaje. En televisión y cine apenas hay tiempo para poder madurar nada. Rara es la película que cuenta con el suficiente dinero para pasarte dos o tres días de rodaje, que a día de hoy es una blasfemia. Empezamos a ir un poco más al producto que al contenido.

-Hacer tantas funciones en provincias, ¿es consecuencia de la situación de crisis en el mundo del teatro?

-Casi siempre los espectáculos se han estrenado en Madrid y después se ha continuado la gira en toda España, o al revés, como nosotros, con 20 o 25 funciones por toda España, antes de llegar a Madrid. En el cine ya se hacen pocos guiones buenos y muchos no se pueden disfrutar. Así que a estas alturas del partido lo importante es disfrutar del trabajo, como hago yo con el teatro, y no sentir vergüenza por donde se actúa.

-En la última gala de los "Goya" primó la crítica sobre la situación del paro en mundo del espectáculo sobre la crítica política. ¿Tan mal está la profesión de actor?

-Son malos tiempos para vivir con un gobierno donde los políticos miran para otro lado. Hace muchísimo que están entregando los intereses de la gente a eso que no sabemos lo que es. Normalmente suele haber una alternancia en la Administración de los hombres que manejan los sistemas mundiales, porque en todas partes está igual. Lo curioso es que aquí se dedican 60 millones al cine, mientras que Francia dedica 700, Alemania 600 o Italia 400, y aún así aquí dicen que nos comemos las subvenciones. Como decía el clásico: "¡No son buenos tiempos para la lírica!"

-¿La situación política en España es puro teatro?

-Todo en la vida es teatro, como los niños cuando son pequeños y tienen hambre y chillan. Ojalá tuviera altura de buen teatro la política, porque está en manos de gente a la que le importa muy poco lo que hace.

-El pasado fin de semana hubo dos congresos de dos partidos políticos, uno de derechas y otro de izquierdas. ¿Cómo lo vio?

-Me interesa muchísimo, porque si no irrumpe Ciudadanos en la derecha y Podemos en la izquierda, representando a la ciudadanía, en la política nacional, cosas que se venían haciendo de reivindicaciones no se hubieran conseguido. Es verdad que ahora se han conseguido por necesidad, porque el PP tiene que pactar, y antes parecía que no era posible. Si tú no haces la política la hacen otros, así que es importante seguir teniendo interés.

-¿Cómo es su vinculación con Asturias?

-Recuerdo siempre mi primer actuación en el Jovellanos hacia el año 1968. Y mi aproximación a Asturias cada vez que me acercaba por carretera, la sensación de dejar atrás la tierra donde decían los asturianos a secar, encontrar la niebla tras pasar el túnel del Negrón, y sentir ya desde ahí la sensación a mar.

-¿Tiene algún proyecto en mente para el futuro?

-Estrenaremos en breves dos película llamadas "Oro" e "Incierta gloria". Y después también una película de zombies tengo previsto hacer, de mucha risa. Y algo de teatro también haré.

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