Unanimidad entre los expertos: el plan de modernización del tren de cercanías de Asturias es "inaplazable". Esta palabra resonó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA con motivo de una charla sobre el futuro del ferrocarril regional, que en la actualidad está "descarrilado", en palabras del ingeniero Carlos Suárez. El especialista en transportes moderó una mesa redonda en la que quedó patente que la antigua Feve, tal y como está hoy, tiene un largo recorrido por delante para revertir la situación. "Los trazados son del siglo pasado, el material está obsoleto y no damos un servicio de calidad", resumió el presidente del comité de empresa de Renfe, Luis Blanco, sobre sus carencias. Pero caben algunas actuaciones poco costosas y de fácil ejecución como apostar por líneas "más cortas y con menos paradas", como defendió el portavoz del colectivo de viajeros "Asturias al tren", Carlos García.

Lo urgente, no obstante, es la inversión. Hacen falta maquinistas y renovar los trenes. El sindicalista José Quince aportó un dato demoledor: sólo en enero se registraron 179 incidencias, que produjeron múltiples retrasos. Todas ellas relacionadas con falta de disponibilidad de material. "Las cercanías siempre fueron el patito feo de la red ferroviaria. Es la última oportunidad que tenemos para hacernos oír. Pero hay que poner los pies en el suelo y huir de las grandes inversiones", remarcó Quince. En este sentido, Luis Blanco apuntó que la última adquisición de equipamiento se produjo en 2010 y las piezas "no dieron el resultado esperado". "Y si a eso unimos que no hay material en stock para estos trenes y toda petición de renovación tiene que pasar por un consejo, los pasos para mejorar se retrasan", añadió.

Los expertos exigieron al Ministerio de Fomento la renovación de las líneas asturianas de proximidad como Obligación de Servicio Público (OSP), una declaración que está prorrogada desde hace un año y que resulta clave para mantenerlas abiertas pese a su carácter deficitario. Los ferroviarios no esconden su preocupación ante la posibilidad de que la malla de Feve no cumpla los parámetros necesarios para continuar en servicio sin el paraguas del Estado y reclaman un plan de modernización urgente. "Con Asturias hay una deuda histórica de ponerse al día en tema ferroviario. Y la Administración regional debe defenderlo", dijo el presidente del comité de empresa de del grupo Renfe en la región, Luis Blanco. El Ministro Íñigo de la Serna no avanzó nada sobre la actualización de la condición de servicio público en su visita al Principado el mes de diciembre.

Por alusiones, el director general de Transportes de la consejería de Infraestructuras, Manuel Caldevilla, insistió que el "dueño" del tren de cercanías es el Gobierno central y es a él al que le corresponde actuar. No obstante, el Principado defiende que esa actuación es "inaplazable". "Es lógica la caída de pasajeros con el deterioro del servicio y de medios que tiene la antigua Feve", opinó. La consejería de Infraestructuras presionará al Ministerio para que realice un plan "claro, con plazos y presupuestos" que reviva el ferrocarril asturiano. En la actualidad, según datos del comité de empresa de Renfe, la cuota de mercado del ferrocarril en el transporte regional es del 8% frente al 12% del autobús y al 80% del coche.

El ingeniero Carlos Suárez puso como ejemplo el caso vasco con una red de cercanías de 182 kilómetros, una tasa de puntualidad del 99,19% y 16 millones de viajeros. Asturias, con 474 kilómetros de recorrido, no supera los 2 millones de pasajeros. Suárez insistió en que eliminar paradas no es reducir el servicio, sino mejorarlo. En pleno 2017, "una distancia de 50 kilómetros no puede llevar en tren una hora y quince minutos como pasa ahora", dijo Luis Blanco. Porque al final lo que busca el viajero es rapidez. En la zona rural se da la paradoja de "ir hasta la parada en coche". El portavoz de "Asturias al tren", Carlos García, afirmó que la red actual de apeaderos "no se corresponde con la realidad". "El tren tiene que ser para la mayoría. Las paradas rurales no aportan ni el 5% del número total de pasajeros", agregó.

El túnel del metrotrén de Gijón fue el tema que más discrepancias generó en la ponencia, aunque los expertos coincidieron en que su apertura supondría un "revulsivo" para las cercanías.