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Anticonceptivos para el jabalí urbano

Barcelona aplicará de forma experimental en suidos una vacuna para reducir su actividad reproductiva, que Asturias rechaza por su alto coste y su poca eficacia

La última tecnología para frenar la superpoblación de jabalíes urbanos es una inyección anticonceptiva. La Universidad Autónoma de Barcelona aplicará de forma experimental en suidos una vacuna para reducir su actividad reproductiva. La medida, que ya ha dado resultados positivos en Estados Unidos con el ciervo de cola blanca y en el Reino Unido con la cabra salvaje, se probará en cien animales de los barrios más conflictivos de Barcelona.

El objetivo es esterilizar a los suidos de la ciudad, que por su alimentación basura ganan peso, se reproducen antes y tienen más crías que en el medio salvaje. Carlos Nores, biólogo y autor del plan de control del jabalí, rechaza el uso de contraceptivos en Asturias por ser "costoso y presentar deficiencias técnicas para llevarlo a gran escala". Los expertos calculan que la vacuna tiene un coste de 400 euros por jabalí. "Si en las zonas de seguridad hay más de 1.000 animales, estamos hablando de 400.000 euros. Aquí no estamos dispuestos ni a hacer un marcaje de los suidos para saber si las medidas que vamos aplicando son eficaces, como para gastar este dinero en una inyección", expresa el zoólogo de la Universidad de Oviedo Carlos Nores, que apuesta por técnicas "más prácticas y baratas".

"No conozco ningún sitio donde estos procedimientos no letales hayan sido eficaces. Sólo funcionan a escala muy reducida", agrega Nores. Además, la vacuna supondría coger a la jabalina, sedarla, meterla en un quirófano y volver a soltarla. Un trabajo y un coste que Asturias no se plantea asumir.

El plan de Barcelona para esterilizar jabalíes tendrá una duración de cuatro años y pretende vacunar hasta cien animales que hayan parido en Sant Cugat, Vacarisses, Terrasa y Matadepera. En Cataluña no es nuevo, pues ya se da pienso anticonceptivo a las palomas para reducir su población. El proyecto lo lidera el investigador del departamento de Sanidad y Anatomía de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona Manuel López Béjar. El experto considera que la solución al problema "no está en la eliminación, sino en la convivencia con los suidos, aunque con un número limitado de individuos".

Esta reflexión la comparte toda la comunidad científica nacional, que aboga por aplicar medidas múltiples adaptadas a cada caso. El plan de control y actuación del jabalí en Oviedo incluye, además de los aguardos, simulaciones de batidas con petardos y perros, capturas mediante trampas, pautas para cambiar el sistema de recogida de basura... "El número de ejemplares que haría falta matar para frenar su crecimiento es inabordable en estos momentos, por eso hay que pensar en otras medidas", dice Nores.

Los expertos reunidos en un seminario organizado recientemente por el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) insistieron en que concienciar a la población para que no dé de comer a los jabalíes es una de las pautas a seguir más importantes. Seán Cahill, biólogo del parque catalán de Collserola, advirtió que las hembras se reproducen antes y tienen más crías de lo normal al ganar grasa corporal en sus "hamburgueserías", que son los contenedores de basura. Mientras que las crías en el monte tardan un año en llegar a los 30 kilos, en la ciudad los adquieren a los seis meses. Carlos Nores avisa, tras la incursión de los primeros jabalíes en el centro de Avilés, de que el problema irá a más esta primavera en todas las zonas urbanas de la región.

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