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MIGUEL MARTINÓN | Crítico literario, autor de un libro sobre la gran novela clariniana

"Por encima de sus intenciones críticas Clarín fabula todo un mundo en 'La Regenta' "

"La furibunda reacción social, sobre todo de la Iglesia, mete miedo al escritor, que quizá creyó que había ido demasiado lejos"

Miguel Martinón Cejas. J. L. GONZÁLEZ (LA OPINIÓN DE TENERIFE)

-Acaba de escribir un libro con casi 600 páginas sobre "La Regenta". ¿Una novela convertida en obsesión?

-Descubrí "La Regenta", como muchos españoles, con la edición de bolsillo de Alianza Editorial, en el año 1966. Fue uno de los primeros números de aquella colección. Y me encontré con una obra que hay que situar justo por detrás del "Quijote" y que, sin embargo, había sido ignorada por la historiografía literaria.

-¿Por qué ese ostracismo?

-Yo creo que tuvo mucho que ver el escritor y político José Ortega Munilla, padre de Ortega y Gasset. "La Regenta" recibió críticas muy elogiosas cuando se publica, pero Ortega Munilla desde el periódico "El Imparcial", que era uno de los faros culturales de la época, se toma cumplida revancha contra Clarín por una serie de críticas anteriores escritas por éste. Y se carga el libro, así de claro, e impide que se integre en la tradición literaria del país.

Miguel Martinón Cejas vive en Santa Cruz de Tenerife. Este profesor canario, catedrático de Filología de la Universidad de La Laguna y crítico literario especializado en literatura hispánica moderna y contemporánea, es el autor de "Era obra de su tiempo. Texto y contexto de 'La Regenta' " (Editorial Verbum), una profunda reflexión en torno a la gran novela de Leopoldo Alas, "Clarín" (Zamora, 1852-Oviedo, 1901).

-Hoy "La Regenta" es referente mundial.

-Clarín había leído a los grandes de la novela francesa, desde Balzac a Flaubert y Zola. El portugués Eça de Queirós también es una referencia. Y Clarín tenía un inmenso talento para asimilar y para contar historias. En España se inspira en Galdós, que fue quien le impulsó de manera decisiva para ponerse a escribir. Es curioso porque cuando se busca algún paralelismo literario con "La Regenta" muchos aluden a una de las obras cumbre de Benito Pérez Galdós, "Fortunata y Jacinta". Pero es posterior a "La Regenta", así que Clarín, un escritor más joven e inexperto es el que levanta ese gran edificio literario que deja a Galdós impresionado.

-Cuando sale a la luz, 1884, "La Regenta" se convierte en una bomba de relojería.

-Es una novela anticatólica porque el autor lo era. Clarín no es creyente y considera el catolicismo como una farsa, y la Restauración, un trapicheo. Y en estas circunstancias hay que entender la reacción social. El obispo de Oviedo escribe una pastoral con gravísimas acusaciones contra el escritor. Clarín era catedrático de Derecho Romano en la Universidad asturiana y la jerarquía eclesiástica asturiana le responsabiliza de repartir volúmenes de "La Regenta" entre sus alumnos en clase. Una novela considerada por muchos como inmoral.

-¿Era una acusación falsa?

-Hay testimonios de los propios alumnos negando la acusación. Está claro que desde determinados sectores se quiere aplastar a Clarín, que, además, era un republicano que nunca había renegado del sexenio revolucionario de 1868 a 1874.

-Fermín de Pas y Ana Ozores: una pareja imposible.

-Él, magistral de la Catedral, que no había elegido su destino como sacerdote. Ella, casada con un hombre mucho mayor. Son dos personajes que merecen comprensión. El magistral es víctima de una sociedad clasista, confinado a una cárcel en forma de sotana y decidida por su propia madre. Y la Regenta es víctima a su vez de una sociedad patriarcal. Protagonizan una historia de pasiones humanas, pero en el fondo Clarín los salva.

-Les ponemos cara al magistral y a la Regenta por la serie de televisión dirigida por Méndez-Leite.

-Es verdad. Tanto Carmelo Gómez como Aitana Sánchez-Gijón daban muy bien el papel.

-Era fácil perder la cabeza por una Regenta como Aitana.

-Cierto. Clarín manejaba muy bien sus personajes. Hay en la novela una clarísima intención crítica, pero por encima de eso está la capacidad de fabular un mundo, un microcosmos, y de construir a quienes van y vienen por él, por la ciudad de Vetusta, que es Oviedo. El lector conoce a esos personajes en simbiosis con el medio social y humano en el que se desenvuelven.

-Una novela valiente. A lo peor, hasta demasiado.

-Muy valiente. Resultaba complicado a finales del siglo XIX levantar acta de una sociedad como aquélla, llena de miserias. La reacción fue furibunda. Hay una carta de Clarín a Galdós en la que le dice que quiere olvidarse de una vez de "La Regenta". Y es una carta escrita pocos meses después de la edición de la obra. Aquella pastoral del obispo de la que le hablé le mete miedo y quizá pensó que había ido demasiado lejos. Pero yo creo que Leopoldo Alas "Clarín" fue desde el principio muy consciente de la envergadura de su obra.

-Novela con final amargo.

-Bueno, supongo que un final feliz hubiera sido un poco inaceptable. "La Regenta" es una novela profundamente triste y de alguna manera participamos en el desconsuelo de los protagonistas, en esa amargura entre mundos vedados.

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