Los servicios jurídicos de la Junta han puesto en aprietos la propuesta de modificación del régimen electoral asturiano por la complejidad del nuevo sistema de reparto de escaños que proponen los tres grupos impulsores. Ciudadanos, PSOE e IU tienen un mes de plazo para afinar el mecanismo y tratar de simplificarlo: la ponencia parlamentaria acordó ayer no volver a reunirse hasta el 27 de marzo, un periodo en el que los promotores no renuncian, según la diputada de Ciudadanos Diana Sánchez, a encontrar un sistema capaz de superar los reparos.

La reforma necesitará el apoyo de la derecha, abiertamente reticente, o de Podemos, que ayer se despachó a gusto con lo que el diputado Daniel Ripa considera "un nuevo esperpento y una chapuza". "El equipo jurídico de la cámara cree que el sistema es inaplicable", dice Ripa, que alude a los reparos legales que ya eliminaron otros preceptos de la ley, reprocha la "incompetencia" de los proponentes y duda de la voluntad del PSOE de seguir adelante.