La agenda de la comisionada del Gobierno para el reto demográfico ha empezado la ronda de visitas a pacientes por los que están en Urgencias. Edelmira Barreira estuvo ayer en Asturias, y venía de Galicia y Castilla y León, para ilustrar de modo convincente, dijo, "un diagnóstico serio" sobre el problema que el pasado enero y con plazo fijo de un año está sobre su mesa: la confección de "una estrategia nacional" contra el desequilibrio demográfico. El encargo de Edelmira Barreira Diz, orensana de 1978, licenciada en Ciencias Políticas y exsenadora del PP por Orense, nace en la Conferencia de Presidentes del 17 de enero y por eso todavía es pronto, sostuvo ayer ante el consejero de la Presidencia del Principado, para el detalle de las medidas concretas. Aún así, el primer esbozo sí aconseja algunos amagos en dirección a una de las claves del problema en Asturias, el vaciado de las áreas agrarias y el oscurecimiento de su dinamismo económico en beneficio del centro urbano.
Al "sentarse a valorar qué medidas pueden ser más eficaces", Barreira menciona la necesidad de "trabajar para garantizar la igualdad de oportunidades de la población rural en el acceso a los servicios públicos", tanto al menos como para atender los problemas de las ciudades que tienen una gran carta de población o en las ayudas para facilitar esa diferente transición en los ciclos de vida que estamos padeciendo con motivo del cambio demográfico".
Al frente la prudencia de quien está "en la primera fase de toma de contacto" con las peculiaridades regionales del problema, la Comisionada tampoco entró ayer a fondo a calibrar el peso que el desafío demográfico debe tener en la reforma del sistema de financiación autonómica y se limitó a asegurar que éste "tiene sus propios cauces", que están en ejecución los informes de la comisión de expertos y que "nuestro papel es respetar y atender" esas propuestas. Sí agradeció el esfuerzo y la "voluntad de colaboración" del Principado apostó, en la parte que directamente le corresponde, por la urgencia de confeccionar como respuesta frente al "cambio demográfico" una estrategia nacional elaborada desde "un punto de vista global, transversal y con medidas de futuro" que busquen el respaldo de todos los agentes implicados.
Aquí estuvo de su lado, para empezar a hablar, la visión de Guillermo Martínez. El consejero de la Presidencia se felicitó por el ingreso de este asunto en la agenda del Gobierno y demandó a la Comisionada, sin espíritu "negativo o reivindicativo", esa "estrategia nacional sobre demografía" que aborde el asunto "desde el conjunto de las administraciones" en España y en Europa. Hablando de colaboración, Martínez volvió a mencionar su pretensión de presentar en este semestre un plan a diez años con medidas y presupuestos concretos y sin citar el pacto demográfico que el Gobierno pretende y del que Foro y Podemos ya se han descolgado. El remedio ha de plantearse, sostiene, huyendo de "la demagogia, el partidismo y las soluciones simples para un problema complejo".
