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Un proyecto asturiano plantea sacar energía de la corriente marina

La firma Inersa y la Universidad se unen en el diseño de microturbinas para instalarlas en aguas cercanas a la costa

Microturbinas hidrocinéticas para aprovechar las corrientes marinas como fuente de energía. Es un proyecto ideado y gestionado desde Asturias que ha sido incluido en el paquete de subvenciones del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), destinado a la ejecución de proyectos de I+D.

Un proyecto novedoso que llega, además, de la mano de una pequeña empresa ubicada en el polígono de Silvota, en Llanera. Entre gigantes del sector industrial Inersa se ha embarcado en el diseño de pequeñas turbinas para ser instaladas en aguas cerca de la costa. "No se pretende generar mucha energía porque hablamos de rango de kilovatios", los suficientes como, por ejemplo, para aportar luz a pantalanes de puertos deportivos o puntos de recarga de coches eléctricos, explica Ángel Martínez, director de Inersa.

El proyecto Hidrocimar logró una subvención por parte del IDEPA de más de 63.000 euros y parte del interés del estudio tiene que ver con que "en España no hay nada" de este tipo de microturbinas para el aprovechamiento de unas mareas que como se sabe "son continuas y predecibles". Se trata de localizar puntos estratégicos para la localización de este tipo de instalaciones.

En el proyecto intervienen dos equipos de la Universidad de Oviedo, el de Electrónica de Potencia y el de Ingeniería Fluidodinámica, liderados por Manuel Rico y por Eduardo Álvarez, respectivamente. Uno de los primeros pasos a seguir es el diseño de un canal de laboratorio para probar modelos.

La microturbina hidrocinética será un aparato de estructura modesta, de un metro de alto aproximadamente y menos de un metro de ancho. Ángel Martínez señala que tendrá una estructura flotante y otra sumergida. Podrán funcionar de forma colectiva, en granjas de turbinas adosadas a estructuras a modo de pantalán. "La idea es evitar gastos de mantenimiento, serán situadas en puntos cercanos al litoral, con muy bajo impacto medioambiental y que sean microturbinas con muy fácil sustitución", explica.

¿El peso de los aparatos? "No debería superar los treinta kilos".

Inersa desarrolla desde sus inicios trabajos relacionados con la energía, sobre todo en el área del gas. Ha tenido mucho que ver con la gasificación de gran parte del territorio regional y el rediseño, mantenimiento y correctivo de las instalaciones existentes para alargar su vida útil. Está ligada al campo de las energías renovables desde el año 2000 y en esa nueva filosofía se enmarca el proyecto ahora subvencionado por el Principado. El proyecto, que tiene un presupuesto de 124.000 euros, debe estar presentado antes del 16 de julio de 2018.

La última convocatoria de subvenciones del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA) supuso un gasto de 4,4 millones de euros y afecta a unas sesenta empresas de la región de muy distinta envergadura. La mayor subvención se fue para un proyecto presentado por ArcelorMittal y asciende a 202.000 euros. De los más de ochenta proyectos subvencionados hay tan sólo diez que superan los cien mil euros de ayuda, que es a fondo perdido.

La resolución de concesión de las subvenciones publicada en el BOPA en el pasado mes de enero indica que con carácter general el pago de las subvenciones se hará en su solo abono "previa justificación de la realización de la actividad o proyecto", y solo con carácter excepcional se contempla la posibilidad de pagos previos a la justificación.

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