"Quiero un PSOE que tenga la capacidad de ganar las elecciones en España". Así de rotundo se mostró ayer el portavoz socialista en el Parlamento Europeo, Ramón Jáuregui, en la charla que ofreció en la Casa del Pueblo de Gijón, bajo el título "Creer en Europa, hacer Europa".

Para Jáuregui, el debate interno que se está produciendo dentro del PSOE para decidir hacia dónde ha de virar el futuro del partido es una "oportunidad de enriquecimiento interno". El destacado dirigente socialista de Euskadi no definió su postura de cara a un Comité Federal que previsiblemente se celebrará el prócimo 1 de abril, a partir del cual comenzará un proceso de primarias -de un mes y medio aproximado de duración- en el que los militantes socialistas han de decidir su próximo líder, entre una terna de candidatos que integran Patxi López, Susana Díaz o Pedro Sánchez.

Este proceso interno en el PSOE ha de servir para "reflexionar y conformar un partido grande de España que responda al ADN del socialismo en el país", sin caer en "peleas barriobajeras", sino fomentando un "debate respetuoso, fraterno y sin descalificaciones", señaló Jaúregui, quien defendió en Gijón un proyecto de partido "autónomo, no acomplejado, con confianza como para poder ganarle a la derecha" sin depender de ayudas de terceros. A fin de cuentas, en palabras del eurodiputado socialista, "una izquierda moderna, sin perder el centro, que se sepa adaptar al nuevo mundo en el que vivimos" y, por encima de todo, "que opte a la mayoría, al Gobierno, no a una oposición eterna".

La charla de Jáuregui coincidió con la celebración, hoy, del 60 aniversario de la firma del Tratado de Roma, que fue una pieza fundamental para la creación del "más bello proyecto supranacional jamás creado", basado en unos principios "irrenunciables", aunque en la actualidad "estamos navegando por un espacio tormentoso". El socialista hizo especial hincapié en que "no hay vuelta atrás" ya que, concluyó, "ninguna nación puede construir su futuro en solitario".