El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Luis Franco Vera clausura hoy, a las ocho de la tarde, la II Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA, coordinada por el doctor en Química e investigador del Instituto de Materiales (ITMA) Amador Menéndez. Al profesor Franco lo presentará Susana Fernández González, decana de la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo.

- ¿Cómo influye la epigenética en nuestras vidas?

-Los genes contienen la información genética almacenada en el ADN. Cada célula humana tiene unos 22.000 genes, dispuestos en larguísimas cadenas de ADN, con 3.300 millones de nucleótidos. La información de los genes depende del orden en que se organizan y repiten esos nucleótidos. Es como la escritura. Unas letras equivocadas alteran un texto. Es lo que pasa en los genes cuando se produce una mutación, que es el cambio accidental de un nucleótido por otro. Estas mutaciones pueden alterar el funcionamiento de los genes y producir una enfermedad. Es lo que llamamos una enfermedad genética.

- ¿Entonces el gen también puede mutar en sentido positivo?

-Igual que podemos distorsionar el sentido de un texto resaltando unas palabras con un color llamativo o, al revés, escribiéndolas con un color tan tenue que apenas se lean, puede modificarse el funcionamiento de un gen sin cambiar sus nucleótidos. Éstos son los llamados cambios epigenéticos. Esas alteraciones epigenéticas pueden causar enfermedades, igual que las mutaciones, aunque tengan otro fundamento.

- ¿Fenómenos como el cambio climático contribuyen a alterar los genes?

-Hay multitud de factores que inducen cambios epigenéticos. Entre ellos está el medio ambiente, que incluye el clima, la contaminación, los hábitos de vida y la alimentación. El conocimiento, cada vez más profundo, que vamos teniendo de esta influencia no debe causar alarma. A veces, aparecen noticias sobre los efectos nocivos de tal o cual sustancia. Pienso que no debe preocuparnos, sino aumentar nuestro sentido de responsabilidad. El conocimiento sobre la influencia del medio ambiente en los cambios epigenéticos debería servir para comportarnos más responsablemente en su cuidado.

- ¿Aún queda tiempo para frenar lo que algunos califican de desastre irremediable?

-Frente a las voces alarmistas sobre los peligros del cambio climático, se oyen otras que incitan a un comportamiento responsable, basado en la solidaridad. Pienso, por ejemplo, en las palabras del Papa Francisco en su encíclica "Laudato si". El conocimiento de las bases epigenéticas de muchos desórdenes biológicos debe servir para enfocar desde una nueva óptica el cuidado del medio ambiente, pensando en el bien de la humanidad.

- ¿Cómo se explica que en el caso de dos gemelos uno desarrolle cáncer y el otro no?

-Sólo entre el 2 y el 3 por ciento de los cánceres tiene componentes hereditarios. En el 25 por ciento, aproximadamente, se ha comprobado que influyen los cambios epigenéticos provocados por factores medioambientales: tabaquismo, sedentarismo, alimentación no adecuada. Los gemelos tienen idéntica dotación genética y sólo en ese porcentaje de casos en que influyen los factores hereditarios tendrían la misma probabilidad de contraer un cáncer. Los hábitos de vida de ese casi 98 por ciento de gemelos no abocados hereditariamente al cáncer pueden hacer que uno desarrolle la enfermedad y otro no.

- ¿El lugar de nacimiento y el entorno en el que nos movemos también forman parte de nuestro ADN?

-Estrictamente hablando, no. Hemos heredado el ADN de nuestros padres y en cada una de nuestras células tenemos, fundamentalmente, el mismo ADN que teníamos en el primer instante de nuestra concepción. Lo que sí es cierto es que el entorno puede provocar mutaciones en el ADN. Un buen ejemplo son los trágicos sucesos de Chernobil, donde la radiación provocó cambios que condujeron a la aparición de cáncer en muchas personas y, sobre todo, cambios epigenéticos.

- ¿Qué le parecen iniciativas como la Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA?

-Es esencial dar a conocer los avances científicos para que lleguen al gran público. Iniciativas como la Semana de la Ciencia, contribuyen a formar la opinión de los ciudadanos y, en definitiva, a fortalecer la democracia. He participado ya bastantes veces en ciclos de conferencias en el Club Prensa Asturiana de La Nueva España y me ha sorprendido gratamente no sólo la extraordinaria afluencia de público, sino también la excelente cobertura que han tenido las conferencias en el periódico.

- ¿Es posible prevenir enfermedades aplicando terapias genéticas?

-La terapia génica puede tener efectos curativos en un número reducido de enfermedades, las que se denominan enfermedades monogénicas, causadas por la alteración funcional de un único gen. No obstante, a pesar de las esperanzas que se pusieron en estos métodos en su inicio, hasta ahora, los resultados son escasos. Con fines de prevención, tendrían una utilidad mucho menor. Ahora hay muchas esperanzas puestas en las terapias epigenéticas, ya que, a diferencia de las mutaciones, los cambios epigenéticos pueden ser reversibles.

- ¿Por qué se vuelven locas algunas células del organismo?

-No tiene nada de extraño que ese delicado entramado de sistemas de control, por factores genéticos, epigenéticos o de otra naturaleza se descontrole. Afortunadamente, los organismos vivos -y ésta es otra de las maravillas que palpamos a diario quienes nos dedicamos a este apasionante campo- tienen múltiples sistemas de reparación de esos errores que se pueden producir. Además, la medicina moderna cuenta cada vez con más recursos para enderezar un funcionamiento incorrecto.

- ¿A qué nivel se encuentra la divulgación científica en España?

-La divulgación científica en España está mejorando bastante. La Real Academia de Ciencias tiene en marcha el programa de Promoción de la Cultura Científica y Tecnológica, al que pertenece la conferencia que imparto hoy en Oviedo y otras que también ha tenido y tendrán lugar en el Club Prensa Asturiana, y el programa de Ciencia para Todos. Hace falta que muchos más se decidan a divulgar los avances. Debe ser un compromiso de todos los científicos con la sociedad.

La II Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA llega hoy a su sesión de clausura con la conferencia que impartirá, a las ocho de la tarde, en el Club Prensa Asturiana, ubicado en la sede del periódico (calle Calvo Sotelo, 7, de Oviedo), Luis Franco Vera (Madrid, 1942), catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, que pronunciará la charla "Epigenética: cuando el medio ambiente modifica los genes". La intervención de Luis Franco Vera forma parte del programa de promoción de la cultura científica y tecnológica, organizado por la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. La II Semana de la Ciencia, con una extraordinaria acogida de público, comenzó el pasado lunes con el matemático Juan Luis Vázquez. El martes, LA NUEVA ESPAÑA recibió a María Blasco, bióloga y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, y el miércoles, a Pedro Duque, astronauta de la Agencia Espacial Europea, que congregó a más de 400 personas en la sala de Cámara del auditorio Príncipe Felipe. Ayer intervino Paula Jiménez Fonseca, oncóloga del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La entrada a la conferencia es libre, hasta completar el aforo.