La extensión de la alta velocidad ferroviaria por las regiones españolas se ha convertido en un galimatías. En Asturias, el Ministerio de Fomento ha admitido para la Variante de Pajares la exigencia de Foro, y ejecutará los túneles exclusivamente en ancho estándar. Esta medida, según algunos expertos, supone un retraso de las obras de dos años e impide el paso de mercancías. La paradoja es que ese mismo argumento es el que el propio ministro Íñigo de la Serna (PP) utiliza en Navarra. Allí ha afirmado que se va a buscar una solución para que la comunidad "no pierda tiempo y competitividad" optando por un sistema u otro. Es decir, se harán compatibles el sistema de AVE con el ibérico, lo que se consigue con el tercer carril o tercer hilo.

De la Serna dijo en Navarra que sería "un desastre" retrasar todo el proyecto por la tramitación del tramo Castejón-Zaragoza en ancho estándar, cuando "prácticamente no hay circulación de mercancías, que necesitan ancho ibérico". Justamente el argumento de quienes critican la decisión de Fomento de que Pajares quede para ancho estándar en exclusiva.

Indicó que en otras comunidades autónomas se trabaja con proyectos que incluyen el ancho ibérico en algunos tramos, y en otros el tercer carril, para no perder competitividad por retrasos de varios años, como ocurre en Asturias, Galicia y Cantabria. Pero eso no pasará en Navarra, "que por supuesto no se va a quedar fuera de la alta velocidad porque el Gobierno se va a encargar de impulsar ese tren", afirmó el Ministro. Y añadió: "No nos quedemos con los brazos cruzados pudiendo hacer las cosas de forma paralela. Alta velocidad sí, pero no perder competitividad por una tramitación administrativa".

Es decir, aunque no lo haya explicitado De la Serna, la solución para Navarra estaría en apostar por el triple hilo o carril, que es el único sistema hoy para hacer compatibles el ancho estándar y el ibérico. Pero ¿qué ocurre mientras tanto en Asturias? Tanto el PP como su socio Foro defienden que el ancho estándar se implante desde Madrid hasta Gijón tanto para viajeros como para mercancías y que se mantenga abierta en ancho ibérico el viejo trazado. Esa ha sido la única exigencia que impuso el partido fundado por el exministro Francisco Álvarez Cascos al Gobierno del PP para apoyar los presupuestos generales del Estado de 2017. Y el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy lo aceptó y lo incluyó en sus cuentas para este ejercicio.

El problema es que hoy por hoy el ancho estándar impide el paso de los trenes de mercancías porque no existen trenes acondicionados, como el propio ministro reconoció ayer en Navarra. Esos trenes deberán seguir circulando por la vieja rampa de Pajares, que Fomento se ha comprometido a reformar.

Los técnicos calculan que modificar el proyecto que ya estaba en marcha hasta ahora (que planteaba abrir en ancho ibérico la Variante) supondrá un retraso adicional de dos años a una obra que ya acumula trece. Eso sin contar el dinero que se lleva invertido, el que costará y al que hay que añadir 145 millones en mejorar la actual rampa de Pajares, que va a requerir inversiones importantes y frecuentes para mantenerla en un estado que no pasará de ser básico. Según Foro todos estos problemas son salvables, pero además quedarán compensados con la llegada del AVE a Asturias desde la capital de España.

Por si este galimatías se quedaba corto, también ayer el senador del PP por Asturias Mario Arias se sumó a la polémica y defendió para el Principado "un AVE de primera compatible con el tráfico de mercancías". Esto sólo es posible en la actualidad con el triple hilo, la misma propuesta que hizo el ministro Íñigo de la Serna para Navarra.