Casi 3 millones de euros para desarrollar un proyecto de aprovechamiento del metano de las minas para generar energía y frenar las emisiones que contribuyen a agravar el efecto invernadero. Este es el objetivo del grupo de Catálisis, Reactores y Control de la Universidad de Oviedo, vinculado a la Facultad de Química, que ha conseguido un proyecto de investigación europeo, liderado desde Asturias con once socios de siete países (España, Reino Unido, Grecia, Suecia, Polonia, Chequia y Eslovenia). En el estudio participan tanto universidades y centros de investigación como empresas de los sectores del carbón y del gas natural. Desde Asturias, además de la coordinación que realiza la institución académica, está presente la ingeniería Sadim, del grupo Hunosa.

La duración del proyecto es de tres años, comenzando el próximo 1 de julio. La financiación total es de 2,8 millones de euros, de los que 567.000 corresponden a la Universidad de Oviedo. La Unión Europea financia el 60% del coste total de la iniciativa, -bautizada como "Methenergy+"-, siendo el resto financiado con fondos propios de los socios.

Los investigadores explican que el metano es 20 veces más potente que el dióxido de carbono en la generación de gases efecto invernadero. Por este motivo, detalla Salvador Ordóñez, su objetivo es transformar ese gas en "productos útiles", desde agua caliente a vapor de baja presión. "En estos años han surgido gran cantidad de materiales que nos podrían ayudar", prosigue el investigador. Desde el punto de vista de explotación minera, el trabajo liderado desde la Universidad de Oviedo permitirá determinar otras formas de operación para una extracción óptima de esas emisiones de metano que, sin comprometer la seguridad en las minas, permita obtener unas corrientes cuya concentración de metano facilite su aprovechamiento energético.

La segunda estrategia que se abordará es concentrar el metano a través de tecnologías de adsorción y en el empleo de membranas. Aunque la separación de metano del aire en esas concentraciones -el proceso de adsorción- resulta técnicamente compleja, en los últimos años se han desarrollado ciertos nanomateriales como el grafeno, tanto de tipo carbonoso como polímeros de coordinación que pueden permitir estas separaciones.

El tercer aspecto a considerar es la valorización de estas emisiones, tanto brutas como sometidas a un procedimiento de concentración del metano tanto para la generación de energía como para su valorización química, con el fin de utilizarlo como materia prima para la obtención de otros productos tales como hidrógeno o metanol, indica Salvador Ordóñez. En los últimos años, las emisiones de metano han despertado gran interés porque, por el momento, no presentan sin ningún tipo de aprovechamiento y se hace precisa de una mengua de las mismas pues pueden suponer hasta un 60 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero asociados a la minería del carbón.