La Consejería de Sanidad del Principado confía en que "la mayor parte" de los médicos que estos días concluyen su proceso de especialización en los centros sanitarios de la región se queden a trabajar en Asturias y contribuyan a paliar la escasez de facultativos que sufren los hospitales de las alas. Así lo indicó José Ramón Riera, gerente del Servicio de Salud (Sespa), con motivo de la despedida de los 88 residentes de todas las categorías que han completado su formación en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

En el conjunto de la región terminan el periodo de residencia unos 150 facultativos de todas las categorías. Y lo hacen en un momento de "un gran barullo" -reconoció Riera ante los jóvenes sanitarios- en el sistema de contratación de la red sanitaria pública asturiana. Un cierto caos que es consecuencia de la implantación, el pasado día 1, de la primera bolsa de demandantes de empleo que incluye a los médicos especialistas. El gerente del Sespa aseguró que este desorden transitorio se diluirá. "La situación se normalizará y el sistema quedará perfecto", aseveró José Ramón Riera.

Lo que no ofrece ninguna duda es que en las próximas semanas, ante la endémica escasez de médicos de muchas especialidades que sufre el conjunto de España, se abrirá una dura batalla entre todas las comunidades autónomas por reclutar al mayor número posible de profesionales. En el verano pasado, en Asturias afloró una notable escasez de médicos de familia, pediatras, anestesistas y radiólogos. Por eso fueron estas cuatro disciplinas las que inauguraron los exámenes de los concursos-oposición para médicos del Principado que se iniciaron a finales de 2016 y están desarrollándose a lo largo de este año. De hecho, el jueves eligieron hospital los 19 radiólogos que han obtenido plaza en esta oferta pública de empleo.

Nunca antes había funcionado en Asturias una bolsa de trabajo de médicos especialistas. En la que acaba de ponerse en marcha han sido incluidos unos 1.500 facultativos que no disponen de plaza fija. La mayor parte de ellos están trabajando y ocupan plazas interinas o eventuales. A este sistema deberán incorporarse los residentes que aspiren a trabajar en la sanidad asturiana. Para algunos de ellos será casi llegar y besar el santo, a causa de la ya mencionada escasez de efectivos en determinadas especialidades. Otros tendrán que pelear más por obtener una plaza, y de modo especial si pretenden trabajar en alguno de los hospitales grandes del centro de Asturias.

El "gran barullo" al que aludía José Ramón Riera se ha traducido en las habituales tensiones entre el centro y la periferia de Asturias. Por ejemplo, el Hospital de Jarrio se ha quedado sin nefrólogo. Es conocido que los médicos especialistas suelen preferir los centros sanitarios de Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo, antes que los de Arriondas, Jarrio (Coaña) y Cangas del Narcea.

Por eso la puesta en marcha de la bolsa de demandantes de empleo, que supuso el término de los contratos temporales y la suscripción de otros nuevos, ha animado a algunos médicos de las alas a emprender el viaje al centro de Asturias, y lo han logrado los que disponían de suficiente puntuación. En algunos casos, este trasiego ha implicado que determinadas plazas hospitalarias hayan quedado provisionalmente descubiertas, y que el nuevo mecanismo de contratación, aún no suficientemente engrasado, haya generado contratiempos y cierto malestar.

Pero esta problemática es pasajera, a juicio de José Ramón Riera. "Los contratos que ahora se ofrecen son muy buenos, y el sistema de contratación es el que esta región necesitaba, por más que en un primer momento esté causando algún efecto adverso", enfatizó el gerente del Servicio de Salud. "Necesitamos a la mayoría de los médicos que ahora terminan de formarse", agregó el doctor Riera.