Oviedo, C. JIMÉNEZ
"Es necesario que haya más y mejores becas", reclamaba estos días el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Segundo Piriz. Durante la etapa de José Ignacio Wert en el Ministerio de Educación, Asturias sufrió el mayor recorte de becas universitarias. Desde entonces se han tomado medidas pero la realidad del alumnado de la Universidad de Oviedo continúa apuntando hacia un descenso generalizado de las ayudas, lo que supone que una buena parte de los perjudicados se ven obligados a a abandonar sus estudios por no contar con suficientes recursos para abonar las tasas de matrícula. Como ejemplo, el de este curso. Cuatro de cada diez solicitantes de las becas de carácter general convocadas por el Ministerio de Educación se quedan fuera: entre las 9.000 solicitudes recibidas en el presente curso académico, fueron denegadas 3.730 y 22 más, anuladas.
Un año antes, con prácticamente idéntico número de solicitudes se rechazaban menos becas: se concedieron 5.383, se denegaron 3.683 y se anularon veinte, de las 9.086 recibidas. Números cantan y las necesidades de los estudiantes de contar con algún tipo de respaldo económico para finalizar sus estudios son palpables. La denominadas becas de colaboración con departamentos recibían en el curso 2015-16 83 solicitudes frente a las 97 de este curso. Se concedieron 45 y 46 en cada uno de los dos ejercicios que este año se han denegado casi el doble de las propuestas recibidas, 51 frente a las 38 del curso anterior.
Para paliar esa realidad, la Universidad de Oviedo habilitó una línea adicional, las denominadas ayudas de urgente necesidad que, en lo que va de curso, suman 107 solicitudes. En noviembre pasado ya se había respondido positivamente a 87 solicitantes y el importante total reservado para estos fines era de 68.628,23 euros. En el curso precedente, la partida para ayudas de urgente necesidad ascendió a 65.090,2 euros para 125 solicitudes, de las que fueron aprobadas 84.
Al mismo tiempo, la institución académica elevó en 10.000 euros las ayudas para alumnos con aprovechamiento excelente que subió de 59.000 a 69.000 euros en solo un año pese a haber mantenido una cifra prácticamente idéntica de aspirantes de uno a otro ejercicio.
Los grandes damnificados del sistema son los estudiantes. Si bien la Administración defiende que cada vez hay más estudiantes becados por el Ministerio, la cuantía media que perciben ha caído cerca del 30% desde el curso 2011-2012. De ahí que hayan surgido diferentes acciones para impulsar una bajada de los precios de las matrículas universitarias. El análisis que realiza el alumnado por esta merma en las ayudas se viene repitiendo todos los años desde 2013, cuando el entonces ministro José Ignacio Wert cambió todo el sistema de becas e implantó unas ayudas que se dividen en una parte fija, que se cobra antes, y otra variable. Desde entonces, los alumnos reciben sus becas más tarde y de forma fragmentada, lo que lleva a algunos a tener que renunciar a realizar sus estudios.
Contra esa situación extrema a la Universidad de Oviedo le han "llovido" varios "premios" en forma de donaciones anónimas . La última fue, precisamente, en el año 2013. Una donante anónima entregó 8.300 euros a la institución académica. Una parte de ese legado se destina a estudiantes de la Facultad de Medicina y la donación en memoria del químico José Luis García Vallina está dirigida a alumnos de esta disciplina, e incluye dos becas de 2.500 euros por curso.
También constan como donaciones las becas de los ayuntamientos de Corvera, Llanera y Gozón destinadas a los ayuntamientos empadronados en estos concejos.
