"Es una oportunidad única de ver un cuartel y el funcionamiento del ejército por dentro y de cerca". El acuartelamiento Cabo Noval celebró ayer una jornada de puertas abiertas para conmemorar el Día de las Fuerzas Armadas. Exhibiciones, desfiles y, sobre todo, respuestas a sus preguntas, fue lo que se encontraron los más de un centenar de visitantes que disfrutaron "de ver cómo trabaja el regimiento 'Príncipe' número 3" en una calurosa mañana.

"El ejército ha cambiado mucho. Tanto las armas, como el equipamiento. Hay muchísima diferencia". José Jurado fue uno de los muchos visitantes que ayer escudriñó, palmo a palmo, las instalaciones de Cabo Noval. Con pasado en las fuerzas armadas -estuvo en el ejército en 1975 durante casi dos años-, este avilesino se mostró "muy satisfecho" con la visita al acuartelamiento en el que trabaja su hijo.

Pero Jurado no era el único nostálgico que se enfrentó ayer al sol para recordar viejos tiempo. "Hice la mili en este cuartel y, la verdad, hay mucha diferencia. Ha habido un cambio radical", asegura José Luis Mejuto, reservista voluntario de Sama de Langreo, a quien ver la capacidad de equipamiento y preparación de las fuerzas armadas españolas le transmite "mucha tranquilidad".

Y no es para menos, porque los militares del "Príncipe" número 3 dejaron ayer el pabellón bien alto. El asfixiante calor predominante durante la mañana no impidió que los soldados ejecutasen con precisión y efectividad las maniobras de exhibición realizadas en los diferentes campos de entrenamiento de las instalaciones de Cabo Noval.

Carreras de obstáculos, maniobras en entornos urbanos, ejercicios en terrenos de campo abierto... Un sinfín de muestras de que los integrantes del regimiento acuartelado en Siero "son los mejores", como así gritaba el público, para acompañar los atronadores aplausos que celebraban el éxito en cada prueba.

"Es increíble la preparación que tienen estos chicos. Físicamente están muy fuertes, no hay más que ver lo que hacen. ¡Y con este calor!", valoraba entre la sorpresa y la admiración Antonia Medina, una de las visitantes.

Tan sorprendidos o más que los mayores se mostraron los jóvenes que decidieron aprovechar la jornada de puertas abiertas; si bien, aunque impresionados, no se mostraron muy convencidos de iniciar una vida laboral en el ejército. "Está muy bien la iniciativa: que te permitan tocar armas, que te enseñen las instalaciones... Pero no sé si me alistaría", reconoce el llanerense Pablo Díez. "Tiene pinta de ser muy duro", abunda su compañero Raúl González, quien visitó ayer las instalaciones de Cabo Noval por primera vez.

De entre todo el armamento, vehículos y equipamiento mostrado ayer en Cabo Noval, el puesto de mando era, sin lugar a dudas, la joya de la corona. Una carpa militar de apariencia sencilla escondía el lugar en el que se gestionan las maniobras tácticas del batallón. "Es una infraestructura que se despliega a un máximo de diez kilómetros de la zona de fuego, cuando la situación, por estática, lo permite", explica el capitán González Blanco.

Tecnología nacional

El puesto de mando se divide en un área de logística, otra de inteligencia y una tercera de seguimiento; siendo esta última la que más llama la atención, "por ser lo más parecido a lo que se ve en películas". Allí el jefe del batallón tiene una visión real de lo que está sucediendo en combate, gracias a imágenes retransmitidas por un drone, y proyectadas en una enorme pantalla. También se tiene localizados a todos los soldados por GPS. "En breve se podrán conseguir imágenes en primera persona grabadas por cámaras que lleven encima los soldados", asegura González Blanco, para responder a las preguntas más bien basadas en las tramas "hollywoodienses".

Esta infraestructura, que impresiona por la cantidad de medios que aglutina, requiere de unos 50 militares para su funcionamiento y se monta en, aproximadamente, media hora. "Se trata de que cada uno tenga claro su cometido y lo ejecute con decisión", afirma el capitán.

Cuando la situación no permite el despliegue del puesto de mando, el "Príncipe" número 3 también dispone de un vehículo, el URO Vamtac PC BON, con numerosos equipos de telecomunicaciones que "permiten llevar a cabo las labores del dirección que requiere el puesto de mando con mayor movilidad", explica el capitán, que saca pecho del orgullo de Cabo Noval: "Y, además, toda la tecnología del centro de mando es nacional".