El sector de IU más proclive al proceso de confluencia con Podemos pone en cuestión el alcance del resultado del referéndum celebrado el pasado viernes, en el que ganó de manera aplastante que la coalición esté presente con sus siglas e identidad en las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Por el contrario, los afiliados promotores de la consulta interna mostraron su satisfacción por la contundencia y relevancia del resultado si bien reconocieron que no es vinculante. Para la dirección el mensaje fue rotundo: las bases quieren que IU Asturias siga existiendo, coaliciones electorales al margen.

El grupo afín al entendimiento con Podemos abogó en los últimos días por el boicot al referéndum. Aun así, participó un millar de los afiliados con derecho a votar sobre un censo total de 2.123. Es decir, la participación se situó ligeramente por encima del 45 por ciento. Para considerar aprobada una consulta en IU de Asturias es necesaria la participación de, al menos, el 50 por ciento del censo, advirtió en las redes sociales el exportavoz parlamentario, Francisco García Valledor. "Ni siquiera la mitad de militantes participaron en el referéndum trampa a pesar del despliegue del aparato". Fernando Rañón, uno de los promotores de la consulta, destacó que el sí a la identidad de IU en las próximas elecciones "ganó en todos los concejos, hasta donde se hizo campaña por el no, como en Langreo". El diputado Ovidio Zapico, también impulsor del referéndum, destacó el "rotundo compromiso con mantener la organización" y habló de la necesidad de una "recomposición interna en la dirección y no me refiero al coordinador general de Asturias".

Fuentes de la dirección regional rechazaron que se deslegitime el referéndum cuando otros procesos internos, como por ejemplo la elección del coordinador general, Alberto Garzón, registraron una participación similar.