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"Mi hijo, mejor funcionario"

Los empleados públicos destacan la "seguridad" de su trabajo tras el dato de que uno de cada tres jóvenes asturianos quiere uno de sus puestos

"Mi hijo, mejor funcionario"

"A los jóvenes les aconsejo sacar una oposición y conseguir un puesto en la administración. Sobre todo si se tratase de mis hijos", afirmaba Belén Lozano, una educadora asturiana que lleva desarrollando su labor en el sector público desde 1979. Isolina González, que comparte trabajo con Belén, se pronunciaba en términos similares. "Yo prefiero personalmente trabajar para el Estado. Toda la vida las familias han tenido mucha estima a que los hijos fueran funcionarios, eso puede ser la clave de que tantos jóvenes, incluso hoy en día, quieran ser funcionarios", precisaba Isolina. Una reciente encuesta señalaba que uno de cada tres jóvenes asturianos, estudiantes de Bachillerato, soñaba con una plaza fija en la administración, en especial en los sectores de Sanidad y Educación.

Los propios trabajadores públicos, consultados por LA NUEVA ESPAÑA, confirman su preferencia para sus hijos elijan la opción que ellos, frente a la alternativa de desarrollar su carrera profesional en la empresa privada. Las razones que estos empleados de la pública dan para justificar su posición coinciden casi completamente. "Es un trabajo seguro, te da una seguridad que hoy día ningún trabajo te da", decía Javier Jesús García, profesor de matemáticas en el IES del Sueve. Por su lado, Natividad Fernández, enfermera del SATSE, valoraba la "posibilidad de conciliación familiar que te ofrece el ser funcionario".

Sin embargo, también existen voces discordantes, entre ellas la de Margarita García, educadora que ha trabajado en diversos centros de menores del Principado. "Yo no se lo recomendaría a los jóvenes. Si tienes capacidades para desarrollar una carrera tras los estudios en el sector privado me parece preferible. Es mejor que busquen las máximas opciones dentro de su carrera", apostillaba Margarita. Una posición más neutra era la de Francisco Fidalgo, también enfermero del SESPA, que consideraba que "los jóvenes lo primero que tienen que hacer es dedicarse a lo que les apasione, luego si tiene una buena salida laboral, mejor, y si es en el servicio público, bienvenido sea".

El mito de la "buena vida", que supuestamente llevan los funcionarios, es un factor que los consultados no han dudado en destacar como posible origen en el deseo de los alumnos de secundaria por acabar trabajando para la administración pública. "Tenía un cartel de madera, que era una persona sentada en la silla de un despacho con los pies cruzados encima de la mesa, mientras leía el periódico, que decía 'yo funcionario'. Es una idea muy extendida la de que el trabajo del funcionario es más llevadero", relata Isolina González. Por su parte, Javier Jesús García añadía. "Solo se ve lo que hacemos en el puesto de trabajo, no desde casa".

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