Los estudios más exigentes en materia de matrícula requieren que el alumno candidato haya abordado los exámenes de las asignaturas específicas en la selectividad. Si no lo hacen, se quedarían como máximo con un 10 redondo y quedarían fuera de estudios como Medicina en todas las facultades públicas del país. Eso sí, siempre encontraría alguna privada que no pide nota de corte, pero obliga a matrículas cuyos precios pueden oscilar entre los diez mil y los veinte mil euros por curso.
Hacer la fase específica de la EBAU (así se llama ahora la Selectividad) puede conducir a un alumno a la nota máxima posible, que es un 14. ¿Se puede conseguir? En teoría, sí. En la práctica... El que lo consiga sale en el telediario.
Para empezar se necesita un 10 de nota media en los dos cursos del Bachillerato, y hacer un examen perfecto de la fase general de la Selectividad. Con ese diez en el bolsillo, hay que enfrentarse a dos exámenes de asignaturas que tengan que ver con los estudios que quiere realizar. Y que les salgan redondos. Por último, es indispensable no encontrarse con el profesor corrector que quiera encontrar cualquier mínima laguna en cualquiera de esas pruebas.
Tres chicas asturianas estuvieron este año muy cerca. Laura Zaldívar logró 13,900, y Julia García Prado y Carlota Losa, 13,850. Tres fenómenos.
