- Eso de la contabilidad, viene de antiguo.
-Desde la Prehistoria, podríamos decir. Desde que el ser humano empieza a comprobar que la cabeza ya no le es suficiente para registrar datos. Es una herramienta unida a lo más básico de la actividad humana.
Inés Rubín Fernández es profesora titular del Departamento de Contabilidad de la Universidad de Oviedo y coordinadora del Máster en Sistemas de Información y Análisis Contable, que llega a su tercera edición y que será impartido en la Facultad de Economía y Empresa, en el campus de El Cristo, en Oviedo.
- Que cuadren las cuentas, que no es poco... pero ¿y qué más?
-Esto va mucho más allá de un mero registro contable; tiene una función social y abarca muchos campos, desde la Administración del Estado a la pequeña empresa. Es importante registrar, es importante rendir cuentas y también proporcionar información útil a un montón de gente interesada.
- Un buen equipo contable y, si además es honrado, mejor ¿evita sustos ante el juez?
-Por supuesto. Resulta inadmisible la falta de conocimientos básicos sobre el análisis y la gestión contable por parte de muchos directivos responsables de tomar decisiones en sus empresas. Y esas decisiones pueden tener consecuencias directas en la sociedad. Cuantos más profesionales especializados, más mejorarán los procesos de toma de decisiones, tanto en el ámbito privado como en el público. Al final todo esto tiene que ver con un mejor aprovechamiento de los recursos.
- Vivimos tiempos económicos de cambio a lo salvaje.
-El entorno económico condiciona, con un escenario de crisis en los últimos años. Factores como la globalización, o el incremento de las tecnologías de la información plantean nuevos retos pero también abren posibilidades. Uno de esos retos es el de la necesidad de suministrar información fiable y relevante, libre de actuaciones delictivas o fraudulentas.
- Dibújeme el perfil de quienes asisten a su Máster.
-Pues graduados o licenciados en Economía, en Administración de Empresas, Contabilidad y Finanzas o Marketing y Comercio. Es obligatorio tener el grado, de la misma forma que son obligatorias las prácticas de empresa. Por lo general nuestros alumnos son recién egresados. Cada cual elige uno de nuestros dos itinerarios propuestos.
- Que son...
-Uno es el de Contabilidad Superior. Busca preparar profesionales que sepan elaborar, interpretar y analizar la información contable. Y otro es de Auditoría de Cuentas. Este itinerario supone que los alumnos terminen el Máster después de hacer cuatrocientas horas de prácticas empresariales. Y con una ventaja, y es que quienes lo superen quedan dispensados de realizar la fase teórica del examen para ser auditor.
- Sin prácticas ¿esto tiene sentido?
-Con ellas buscamos precisamente eliminar las posibles brechas que puedan existir entre la formación que reciben nuestros jóvenes y las necesidades del mercado. Es una forma de acercarles a la realidad empresarial. Al final, de lo que se trata es de formar profesionales.
- Antes hablaba de la globalización. ¿Cómo afecta a los profesionales contables?
-Hablar de globalización es hablar de internacionalización de las actividades económicas, para lo cual es indispensable el conocimiento de la normativa contable internacional. Es el día a día de los grupos financieros españoles que cotizan en los mercados bursátiles europeos.
- ¿Llenan las clases?
-El primer año tuvimos cuarenta alumnos. El año pasado la matrícula fue de treinta y cinco. Es un buen número que nos permite que todos salgan siendo capaces de tomar decisiones y de analizar con detalle información que llega a través de las estadísticas. Les inculcamos la idea de que cualquier decisión de entidades o empresas tiene que estar basada en la contabilidad. La mayoría de nuestros alumnos son jóvenes universitarios recién egresados. Reciben clases, realizan prácticas -los del itinerario de Contabilidad Superior no bajan de las 120 horas- y pueden asistir a jornadas, conferencias y encuentros con profesionales. Eso sí que les enriquece porque se habla de actualidad.
