Estaba sentada en la arena de la gijonesa playa de Poniente cuando la menor, de 16 años, sufrió la agresión en la madrugada del pasado viernes. El agresor, de 33 años y con antecedentes policiales, pasó ayer a disposición judicial y se decretó su libertad con cargos.

La víctima disfrutaba de la "Semana negra" con sus amigos cuando el grupo decidió huir de la aglomeración del recinto y pasar unos minutos en la playa. Ella, a pesar de que todos volvieron a la feria, decidió quedarse un rato más. Fue entonces cuando se acercó el agresor, que escuchaba música en su teléfono móvil e intentó entablar conversación con ella. Aunque tampoco necesitaba respuestas: sin mediar palabra, la agarró por los brazos e intentó besarla. La joven trató de alejarle sin conseguirlo, hasta que, aprovechando que él se iba a bajar los pantalones, le mordió en un labio y salió corriendo.

Fueron sus gritos los que alertaron a sus amigos, que corrieron en su auxilio. Después de avisar a la Policía Local, que acudió al lugar de los hechos, el padre de la menor trasladó a su hija al Hospital de Jove para que fuera asistida. Después la llevó a la Comisaría de la Policía Nacional de Gijón para interponer la denuncia.

Aquella noche los agentes trabajaron sobre el terreno buscando al presunto agresor y realizando varias identificaciones, pero no lo encontraron. Fue el sábado, al trasladar los hechos a la Unidad de Familia y Asistencia de la Mujer (UFAM) de la Comisaría de Policía Nacional de Gijón, cuando se encontró al culpable.

Los agentes investigaron el suceso, localizaron al autor de los hechos, la víctima lo reconoció y se procedió a su detención. Ayer por la mañana, el detenido pasó a disposición judicial, donde se decretó su puesta en libertad con cargos.

El agresor había sido detenido ya en cinco ocasiones anteriores por diversos delitos. Ayer añadió uno nuevo, el de una presunta agresión sexual.