Son algo más de diecisiete mil niños de toda Asturias matriculados en la escuela pública. Forman parte de la lista de alumnos a los que la Administración educativa ha concedido una subvención de 105 euros por escolar para el préstamo de libros de texto de cara al próximo curso. Educación se gastará 1,8 millones de euros en ese material escolar, pero el dinero no llega a las familias, al menos no directamente.

El procedimiento se mantiene como el pasado año. Entonces sí fue una novedad que generó no pocas críticas, aunque parece que el sistema se ha asumido con más facilidad de lo que se suponía.

La subvención llega a los centros educativos donde cursen estudios los alumnos, y son los colegios los que lo gestionan en forma de compras. Los libros llegan a manos de los escolares, que los utilizan durante el curso y tienen la obligación de conservarlos en buen estado (teniendo en cuenta que los utilizarán durante nueve meses) y devolverlos al centro educativo cuando termine el curso. Se supone que en circunstancias normales esos libros de texto tendrán una vida de dos o tres cursos antes de tener que ser cambiados por el colegio.

Se pretende que los centros educativos dispongan con el paso del tiempo de un fondo de libros que permita liberar a las familias de gastos excesivos. También habrá un fondo para escolares de centros privados concertados, que en este caso y por imperativo legal, llegará en forma de dinero contante y sonante a las familias de los alumnos subvencionados en razón de la renta familiar.

Por otra parte hoy finaliza el plazo de matrícula para los alumnos de Formación Profesional (FP) que hayan obtenido plaza en primera opción de cara al próximo curso (procedimiento ordinario). El plazo se inició el pasado día 20 y la Administración entiende que la no matriculación del alumno que tenga derecho a ella implica su renuncia a la plaza. La convocatoria extraordinaria se inicia el 20 de septiembre con la publicación de vacantes.