"La Barra de Villaviciosa". Así se llama la ola asturiana más apreciada, que, por sus características y gran tamaño, se ha convertido en "una de las más famosas de Europa", asegura Álvaro Fernández, titular de una escuela de surf en Rodiles. "Es una ola de bajamar, muy hueca, que se origina por la izquierda", indica el especialista.

Sin embargo, "la mejor ola de Asturias, larga y tubera", según la Federación Asturiana de Surf, es también "una de las mas peligrosas por su poca profundidad", por lo que no es apta para todos los públicos. "Para hacer surf aquí hay que tener un nivel experto alto porque el golpe de la ola contra el fondo puede traer consecuencias graves", advierte el presidente de la institución, Jesús J. Espina.

En el concejo maliayés, el surfista Álvaro Fernández destaca también la "Ensenada de la Conejera", donde puede cazarse una ola "muy buena de tamaño, de izquierdas y de fondo de roca". Y, por su proximidad a Gijón, destaca uno de los lugares más frecuentados: la Playa España, también en Villaviciosa, donde "las olas cambian en función de cómo baje el río".

En Gijón puede surcarse la ola de la Escalera 21, un punto que "necesita oleajes de dos a cuatro metros y está siempre muy concurrido por los locales de la zona", indica Jesús J. Espina. No es para menos. Esta onda marina está considerada como una de las mejores derechas del norte de España, pero de nuevo una de las más peligrosas. "Hay que tener cuidado porque en el trayecto puede aparecer alguna roca", advierte el presidente de la Federación asturiana.

Por su parte, para hacer las delicias de los expertos en surf, se reservan también las playas de Xagó, en Gozón; de Salinas y Bayas, en Castrillón; y la de Los Quebrantos, en Soto del Barco. "Las diferentes corrientes que mueven los fondos dejan perfectas rampas para practicar", explica Espina.

Sin olvidar la gran ola del Faro de Lastres, una cita arriesgada a la que el deportista vasco Axier Muniain se enfrentó con éxito la semana pasada, convirtiéndose, de hecho, en el primer surfista que logra surcarla. Muniain reconoció sobre esta ola que "podría ser una parada golosa para quien está de paso, pero es peligrosa y no apta para todo el mundo".

Su apreciación centra de nuevo la atención en la importancia de prepararse antes de lanzarse al mar, pues "la adecuación de cada ola depende en gran medida del nivel del surfista", subraya Álvaro Fernández. Su escuela es una de las encargadas de transmitir el conocimiento y el atractivo de este deporte, cada año más practicable. "A pesar del mal tiempo que hizo en verano, el mar no estuvo mal de olas", constata el profesor.

Existen, claro está, otras playas donde hacer surf puede ser un buen plan si se conocen bien. El tapiego José Alonso destaca la obra de Jose Pellón "Guía del surf" como "el libro ideal para conocer los pormenores de las playas del Cantábrico, desde el País Vasco hasta Galicia". En él, asegura, pueden conocerse detalles para garantizar la práctica segura del surf. La unica forma de hacer de esta disciplina, como sostiene el cronista especializado en surf Bruce Jenkins, "un deporte para toda la vida".