Se frisaban las diez de la noche de una que no había sido una jornada tranquila, ni siquiera simplemente cordial. Como queriendo presagiar el clima de tensión entre facciones que muy probablemente sucederá a estas primarias, las llamadas conciliadoras a la participación, la tregua entre adversarios habitual junto a las urnas saltó por los aires a cuenta del respaldo explícito que la vicesecretaria general Adriana Lastra, brindó a Adrián Barbón el sábado, en el homenaje a pie de sima a las víctimas de la represión franquista en el pozu Funeres. Ella apoyó a su candidato, dio por hecha su victoria y José María Pérez se revolvió ayer contra lo que interpretó como una falta a la neutralidad que al menos en las formas se le supone al "aparato". Después de votar en Gijón, el aspirante aseguró, molesto, que "quien avanza los resultados antes de conocerlos distorsiona los resultados y la participación" y trata de "condicionar" a los participantes". "Utilizar un acto de reconocimiento a quienes perdieron la vida en defensa de la libertad para hacer eso debería hacer reflexionar. Un momento así no se puede convertir en un instrumento para hacer campaña electoral", subrayó.

No tardaron los seguidores de Barbón en montar el contragolpe, regresando a las primarias federales de mayo y la actitud del aparato de la FSA, del Gobierno regional y del grupo parlamentario socialista. "Sorprende que haya pronunciamientos explícitos que molesten y otros que no", se asombró el todavía candidato ante las urnas. "Y anda que no los hubo en las primarias federales de parte de quienes además por su cargo deberían haber guardado silencio", remarcó Barbón antes de recordar que él nunca reprochó a consejeros o diputados que participasen en actos de respaldo a Susana Díaz. Por si hubiera dudas, quiso precisar que Lastra hablaba el sábado "no como vicesecretaria, sino como militante". Ella defendió asimismo su derecho de afiliada que respalda a un candidato igual que hicieron en mayo, añadió, consejeros y diputados. "Lo que nunca haría", precisó, "sería presionar a nadie o poner los recursos del partido a favor de un candidato".