"El ministro viajero". Así le volvió a llamar ayer el diputado de IU Gaspar Llamazares antes de afear a Íñigo de la Serna que venga mucho a Asturias, pero traiga planes que se contradice la escasa ejecución presupuestaria de su departamento -del 20 por ciento en cercanías, le recordó una vez más Llamazares-. El caso es que viene mucho y que ayer, en su desayuno con empresarios, asintió a la condición de "abonado a Asturias" que le adjudicaba un artículo de este periódico recordando las raíces asturianas de su anterior pareja. Desveló además otros vínculos, los laborales. En su condición de ingeniero de caminos trabajó en la Autovía Minera y en el funicular de Bulnes -"soy responsable de la riada cuando se rompió una cavidad kárstica", bromeó- y colaboró en proyectos con la Universidad de Oviedo.