La Universidad de Oviedo cuenta desde ayer con un prestigioso científico en la nómina de doctores honoris causa: el profesor Enrico Clementi, considerado padre de la Química Computacional, que cuenta con un destacado grupo de discípulos en Asturias. Quien ejerció ayer como padrino de la ceremonia, José Ángel Sordo Gonzalo, catedrático de Química Física en la Universidad asturiana, realizó una extensa loa de los méritos del profesor Clementi, "con una brillante trayectoria" que, además, "ha realizado contribuciones fundamentales a la Ciencia". Y agregó: "A muchos nos proporcionó la oportunidad de adquirir una formación científica inmejorable. Gracias Enrico", expresó el docente y discípulo. A Clementi se le atribuyen contribuciones "decisivas" al desarrollo de la Química Computacional y con su trayectoria representa "una evidencia empírica irrefutable a favor de la predicción del científico en detrimento del pensador".

Todavía hoy, a los 81 años de edad, el nuevo doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo continúa realizando contribuciones a su disciplina, analizando en recientes artículos la evolución de los computadores y las simulaciones, lo que supone, según él mismo define, un salto del "Homo sapiens" al Homo novus", nombre con el que los antiguos romanos premiaban a los plebeyos que lograban incorporarse a la clase aristocrática. Clementi, que ha recibido más de 20.000 citas en la literatura científica y que posee un índice h de 75, recibió ayer "con sumo gusto" el reconocimiento y apuntó algunas de las líneas próximas hacia las que avanzará su disciplina tras aquellos "largos viajes" que realizaba en los inicios de su carrera "para poder acceder a un ordenador". Mirando hacia el futuro, aseveró, "espero que la Química Computacional se centre en tres temáticas: la investigación para mejorar nuestro medio ambiente, para ampliar el uso de la inteligencia artificial y para entender los mecanismos que regulan las actividad cerebral a la que llamamos pensamiento". Por desgracia, continuó diciendo, estos escenarios continuarán teniendo intenciones vacías "a menos que la enseñanza se comprometa a ofrecer asignaturas de programación tanto en los centros de Primaria como de Secundaria". Según Clementi, una nación de vanguardia en Informática "tiene óptimas probabilidades de emerger sobre las demás". Eso sí, reconoció que existirá el obstáculo de no poder contar con el profesorado formado para lograr ese objetivo. En cualquier caso, para el nuevo doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo nos encontramos todavía en las primeras etapas de "un camino destinado a llevarnos a un saber nuevo, mucho más profundo y a muchas nuevas aplicaciones".

Por parte de la institución docente asturiana, su discípulo José Ángel Sordo, agradeció las destacadas contribuciones en cálculos cuántico-mecánicos de Clementi, que tuvo muy pendientes de sus pasos desde muy joven a destacados premios Nobel. Otro de sus grandes éxitos fue el haber logrado el mayor honor de IBM para un científico o ingeniero en su plantilla: un IBM Fellow, que le permite desarrollar cualquier proyecto de su interés en la compañía.