Más de dos mil menores asturianos son superdotados sin que aún se haya podido diagnosticar su singularidad. Así se puso de manifiesto ayer en Madrid en el marco de la entrega de los premios anuales de la Fundación El mundo del superdotado, que se celebró en el espacio CaixaForum de la capital de España. La Fundación reivindicó la necesidad de "fijar un criterio único a nivel nacional para definir a los alumnos de altas capacidades" y reclamó una mayor formación del profesorado para detectar de manera precoz a los alumnos que requieren de necesidades especiales.

La Fundación entregó una de sus distinciones al periodista Luis Ángel Vega, de LA NUEVA ESPAÑA, en reconocimiento a sus informaciones para divulgar la situación de los alumnos de altas capacidades. "Es un premio que en realidad pertenece a nuestros lectores", recalcó Vega, quien tuvo un especial recuerdo al caso del joven Enol Palicio, un brillante estudiante de Físicas que falleció en un accidente ferroviario y que ejemplificó la incomprensión que rodea a muchos superdotados.