"Vas a morir, o eres mía o de nadie", le espetó, en agosto del año pasado, José Manuel G. S. a su exnovia, L. R. M., con la que vivió en Mieres y Avilés hasta que la relación se tornó insostenible. Se trata de un violento "red-skin". Hoy se sienta en el banquillo de la sección tercera de la Audiencia Provincial por amenazas continuadas, intento de homicidio y quebrantamiento de orden de alejamiento. El fiscal pide penas que suman doce años y nueve meses de prisión, así como cinco años de libertad vigilada. La Plataforma Feminista de Asturias, a la que la víctima pertenece, ha convocado una protesta ante la Audiencia.

El 22 de agosto, el acusado acudió a Cudillero, donde trabajaba la mujer, y la amenazó de muerte. Siguieron nuevas amenazas el 26 y 27 de agosto, por lo que ese mismo día el Juzgado de Pravia adoptó una medida de alejamiento. En la madrugada del 28 de agosto, el procesado se desplazó desde Madrid hasta Avilés, llevando en su mochila un cuchillo. En la estación de tren fue identificado por un policía local, a requerimiento de la madre de la víctima. Le informaron que no podía acercarse a su expareja, pero tras quedar libre se fue directamente a Cudillero en busca de ella. La Guardia Civil lo cogió a diez metros de la mujer. A los agentes les dijo que quería acabar con ella y lo haría en cuanto quedase libre. En el cuartel de Soto de Luiña reiteró su intención de matarla "junto al gilipollas que está con ella y el que se ponga por delante".