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"Que las barreras no frenen el tren a los Lagos", piden los empresarios

Los emprendedores del entorno del Parque temen que el gasto de regular el tráfico en Covadonga aparque el proyecto ferroviario

"Que las barreras y los semáforos no retrasen el tren de cremallera a los Lagos" es el deseo de los empresarios de la comarca de los Picos de Europa, expresado ayer por José Antonio Sánchez Cueto, presidente del colectivo que los agrupa, Incatur, con sede en Cangas de Onís. Los emprendedores sabían que se estaba preparando un proyecto para atajar los frecuentes atascos que se registran en la carretera de los Lagos, pero desconocían sus detalles, como que habrá barreras, paneles, semáforos, cámaras de vigilancia, lectores de matrículas y balizas. Los conocieron ayer por LA NUEVA ESPAÑA. "Todo lo que se haga para mejorar está bien, pero que esta inversión no suponga aparcar la mejor solución para los problemas que afectan a los Lagos, el tren cremallera", resaltó.

Y no son solo circulatorios esos "problemas" a los que se refiere el presidente de Incatur. Están también los referidos a la "contaminación" que implica tener más de veinte autobuses subiendo y bajando de Cangas de Onís a los Lagos, o el deterioro de la carretera que conduce a Enol y La Ercina, que ha obligado a gastar este año un millón de euros, un desembolso que, según Sánchez Cueto, habrá que repetir cada dos ejercicios.

"Nos tememos que el millón gastado este año en la carretera y estos 481.000 que se anuncian ahora provoquen que el tren a los Lagos quede olvidado en un cajón otra vez", señaló el dirigente de Incatur. Los empresarios lucharán para impedirlo. "No debe retrasarse más la tramitación del tren de cremallera, que es sin duda la mejor de todas las soluciones, tanto desde el punto de vista medioambiental como de la calidad de servicio. Además, ayudaría a desestacionalizar el turismo, crearía empleo y sería un revulsivo muy importante para la comarca", añadió Sánchez Cueto.

El presidente e Incatur no comprende los recelos de la Administración autonómica hacia el tren de cremallera. "Se eliminaría la contaminación, se podría recuperar el aparcamiento de Buferrera para devolverle su estado original, el de prado, y encima el capital privado está dispuesto a asumir la inversión. ¿Cuáles son los inconvenientes?", se preguntó el empresario cangués. Destacó que el tren de cremallera no está pensado para "masificar", sino para "ordenar lo que ya hay", cientos de miles de visitas al año. "No queremos masificar, al contrario, con el tren se controlaría mucho mejor el acceso a los Lagos", añadió.

En su opinión, el plan de transporte de visitantes a los Lagos mediante autobuses es "insostenible", entre otras razones, por el creciente deterioro de la carretera, que obligaría a "gastar un millón de euros cada dos años". Con el tren de cremallera "el Principado ahorraría dinero", subrayó Sánchez Cueto. Añadió que habilitar el trazado ferroviario a los Lagos supondría "cerrar la carretera" a los vehículos, excepto a los ganaderos, propietarios, servicios públicos, emergencias y suministros.

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