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Los hosteleros asturianos, "cabreados" con las fiestas municipales de Nochevieja

La patronal Otea acusa a los municipios de competencia desleal y de favorecer los "macrobotellones" por afán recaudatorio

Celebración de una Nochevieja en la plaza Mayor de Gijón. JUAN PLAZA

Los hosteleros están "cabreados" con las macrofiestas organizadas por los ayuntamientos para celebrar la Nochevieja. La patronal del turismo, Otea, cargó ayer contra los consistorios que "favorecen los macrobotellones con un mero afán recaudatorio, faltándole al respeto a los trabajadores del sector y a los empresarios y perjudicando la contratación durante esos días". Es el caso, por ejemplo, de los consistorios de Gijón, Avilés y Luarca. Los empresarios reclaman a Sanidad que realice las mismas inspecciones y controles en dichas fiestas "que se hacen a los locales de copas y a los bares y restaurantes", y que "se les someta a la misma vigilancia y cumplimiento de la legislación que a los hosteleros que pagan sus impuestos y salarios".

Los empresarios de la hostelería asturiana están "profundamente molestos" porque "durante todo el año se nos pide calidad, contrataciones dignas, apoyo para dinamizar las localidades, participar en festejos... y cuando llega una noche en la que podemos sacar rentabilidad, es la propia Administración la que nos hace la competencia desleal".

El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, explicó que los hosteleros no se oponen a que haya conciertos y fiestas, pero reclaman "respeto por el esfuerzo que el sector realiza durante todo el año". "¿Por qué hay que sacar a la calle a 2.000 personas en Avilés, en Gijón, en Luarca o dónde sea y ofrecerles bebida cuando hay locales de copas que esa noche les puede suponer salvar un año en el que han sido muy castigados?".

Almeida rechazó, además, que "montar una carpa en la que vender copas sea una actividad dinamizadora. Para eso, que hagan exposiciones, o lleven a niños y mayores a pintar. Pero se está hablando de un negocio, de una actividad recaudatoria. El Ayuntamiento cobra por la ocupación de suelo público y luego se saca una rentabilidad, en lugar de favorecer que los hosteleros de esa zona tengan negocio, puedan hacer contrataciones y sacar adelante su empresa".

Almeida y David González, presidente de la junta local de Oviedo en Otea, y propietario de un local de copas en la capital del Principado, advirtieron del riesgo de esas fiestas "que serán macrobotellones. ¿Quién va a vigilar si los menores toman alcohol? ¿Y las medidas de seguridad que deben tener la instalación y el entorno? ¿Y las condiciones laborales de los que trabajan detrás de la barra? Nosotros somos responsables de que los menores no beban alcohol, tenemos que cumplir con una normativa estricta y se nos somete a controles continuos. Nosotros no hacemos competencia a los supermercados, por qué los ayuntamientos nos la hacen a nosotros".

El presidente de Otea remarcó que "si los ayuntamientos consideran que estas fiestas son una necesidad para el municipio, que se pongan de acuerdo con el sector. Nosotros no estamos en contra de los festejos tradicionales ni de las actividades dinamizadoras, pero sí en contra de que inventemos cosas nuevas con mero afán recaudatorio y perjudicando a los hosteleros, que son vecinos y empresarios, ambas cosas".

David González señaló que "son los ayuntamientos los que, si quieren dinamizar su pueblo o su barrio, deben impulsar actividades que favorezcan que la gente salga a la calle y que consuman en los establecimientos que hay en ellos, ayudando así a los hosteleros de ese pueblo y ese barrio, en vez de perjudicarles". Así, subrayó que el problema es que "buscan fórmulas para financiarse sin pensar en las empresas".

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