Oviedo, Raquel L. MURIAS

Los países de Oriente Medio están terminando con la carne de calidad en Asturias, es decir, la que se vende bajo el sello Identificación Geográfica Protegida Ternera Asturiana. El motivo es sencillo, el dinero. Las reses se pagan en Oriente Medio a un precio superior: entre 200 y 400 euros más.

Países como Turquía, Egipto, Argelia o Líbano demandan cantidades industriales de carne, ya que debido a sus conflictos armados no producen. Buscan carne de calidad y que esté viva, porque quieren sacrificar los terneros en sus mataderos y bajo sus rituales. Oriente Medio paga bien la carne, mejor que España, y los ganaderos lo saben.

Tal es el flujo de terneros vivos que van de España en dirección a Oriente Medio cada semana, en barcos que salen desde Valencia y Cataluña, que la producción de terneros con IGP en Asturias en 2017 sólo ha crecido un 1 por ciento.

Terneros que nacen, se amamantan y se crían en explotaciones que forman parte de la IGP, pero que no se pueden contabilizar dentro del sello de calidad porque no se sacrifican en Asturias. Según explicó el director general de Desarrollo Rural, estos países "antes se abastecían principalmente de Francia, pero ahora España es el mayor exportador de animales vivos". Un cambio en la forma de cebar a los animales en el país luso ha convertido a España en el mayor exportador de carne a Oriente Medio.

Las estadísticas, que ayer expusieron la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez; la gerente de la Identificación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana, Elena Cebada; el presidente del Consejo Regulador de esta IGP, Rubén Fernández, y Jesús Casas, director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, preocupan en el sector.

"La marca España vende mucho en esas regiones y los terneros están bien pagados a los productores", explicó Rubén Fernández. La Consejera apuntó la necesidad de que los criadores se animen a cambiar el modelo tradicional y opten por cebaderos donde se alimente a los terneros y sacrifiquen sus reses en Asturias. Además, Casas apostilló que el mercado de Oriente Medio "es muy inestable", en referencia a que cuando no haya conflictos armados, estos países dejarán de comprar, y anima a los productores a que produzcan y sacrifiquen sus reses en Asturias.

En total, 5.721 explotaciones se encuentran a día de hoy integradas dentro de esta IGP y en 2017 se construyeron seis cebaderos. En cuanto a volumen de carne dentro de la certificación, en Asturias se sitúa en 23.642 terneros y 6.509.306 kilos de carne. Donde se ha experimentado un aumento importante es en la carne ecológica certificada, que el año pasado aumentó sus ventas un 7 por ciento. Pero los ganaderos consultados ayer por este periódico y que trabajan dentro de la IGP reconocen que la diferencia en el pago es "muy grande" para decir que no, y aseguran que el mercado de la carne de calidad en España es "muy estacional, con periodos de poca venta. Es comprensible que nadie quiera perder dinero", señalan.