El rector de la Universidad de Oviedo ha asegurado esta mañana que la elección de la sede para el grado de Ciencias del Deportes atenderá a "criterios academicos" y la decisión se tomará tras realizar "un estudio en profundidad" tras postularse para acoger estos estudios las ciudades de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres.

Según Santiago García Granda no se dará prioridad "a quien ofrezca más", en alusión a la propuesta económica lanzada desde el Ayuntamiento de Gijón sino que el asunto se abordará con perspectiva académica, analizando la conveniencia de la futura sede.

El máximo responsable de la institución académica recogió de buen grado la propuesta de los empresarios del metal, quienes reclaman a la universidad dobles grados con el de Organización Industrial al que optaba la Politécnica de Gijón. Según García Granda ese modelo 'es más barato' que ir hacia nuevos grados.

El rector preside esta mañana el acto solemne de Santo Tomás de Aquino en la Universidad cuya lección magistral corresponde a la nueva presidenta de CSIC, Rosa Menéndez. La cita, en la biblioteca del edificio histórico ha reunido a 162 revestidos además de los 45 premios de doctorado que recibirán por vez primera esta distinción junto a sus directores en las ramas de artes y Humanidades, ciencias sociales y jurídicas, ciencias de la salud, ingeniería y ciencias.

La puesta en marcha del nuevo grado surgió de la iniciativa de la facultad Padre Ossó, entidad adscrita a la Universidad de Oviedo.

El campus de Mieres fue, desde el primer momento, la opción más rentable para su implantación, debido a que las instalaciones universitarias cuentan con espacio de sobra para acoger estos estudios, además de la existencia de unas instalaciones deportivas de la Universidad que complementarían a la titulación. Sin embargo, otras ciudades como Avilés y Gijón reclamaron para sí mismas este grado.

Esta situación obligó a la Universidad de Oviedo a analizar las diferentes opciones de implantación, algo que recordó hace unos días el Rector, Santiago García Granda, durante una visita en Mieres. Y es que no sólo se plantea la posibilidad de ponerlo en marcha desde Padre Ossó, sino que está la opción de desarrollarla directamente desde la Universidad a través de la Facultad del Profesorado.

El problema, como apuntó el máximo responsable de la entidad académica, es el dinero. Apoyar los estudios en Mieres con Padre Ossó, tendría un coste de cerca de un millón de euros, mientras que hacerlo en otra localización incrementaría su precio hasta los siete millones. En este sentido, contará mucho la decisión del Principado, ya que financia a la Universidad.

Una vez tomada la decisión de cómo poner en práctica el grado, tendrá que pasar por varios filtros en Asturias, como el Consejo de Gobierno de la Universidad. Tras su aprobación habrá que enviar la memoria de verificación a la Aneca para que finalmente éste organismo le dé el visto bueno. De ahí que los plazos marcados hagan casi imposible su implantación para el próximo curso.