Quienes conocen la zona donde se localizó el cuerpo de Paz Fernández Borrego el pasado martes en el pantano de Arbón aseguran que se trata de un área de fácil acceso, que se puede llegar a pie de agua "sin problema" y hay zona profunda próxima a la orilla, e incluso es posible estacionar un vehículo. Tanto su vestimenta, un traje negro, como un tatuaje de su cuerpo fueron los signos que sirvieron a la Guardia Civil para confirmar que se trataba del cuerpo de la gijonesa el cadáver hallado por un piragüista. La autopsia posterior permitió detallar que presentaba varias fracturas en el cráneo y el cuello, producidas por un objeto romo.