La comarca oriental fue ayer la más afectada por el temporal de frío y nieve que azota Asturias. En Ribadesella, una tormenta eléctrica causó destrozos en la ermita de Guía y en el paseo de la Grúa. La peor parte se la llevó la capilla, ya que quedó destrozado el pararrayos y parte de la acera que rodea al edificio. Toda esa zona de la villa permanece sin luz. El concejal de Obras, Enrique Gancedo, no dio plazos para la reparación de los desperfectos, pero aseguró que se acometerá "en el menor tiempo posible".

Mientras tanto, por la mañana se registraba un nuevo alud en la carretera CA-1, que sirve de acceso a Sotres (Cabrales), lo que ocasionó molestias a los vecinos, que no podían ni entrar ni salir de la localidad. El desprendimiento de nieve ocurrió alrededor de las 11.30 horas y no fue hasta las 18.00 horas cuando una máquina quitanieves accedió al lugar para reabrir la vía. El alcalde de Cabrales, Francisco González, resaltó la necesidad de que el Gobierno del Principado instale las prometidas viseras antialudes, dada la frecuencia de este tipo de sucesos. "Está ahí la Semana Santa y además de no tener viseras tampoco hay quitamiedos", indicó el regidor, recordando que los últimos aludes ocurridos en la carretera de Sotres se llevaron por delante las estructuras de protección, que no han sido repuestas.

En León, decenas de pasajeros de dos trenes que se dirigían a Gijón, uno desde Barcelona y otro desde Madrid, quedaron atrapados debido a una sucesión de fallos. Primero se congeló el cambiador de anchos, lo que retrasó la salida del tren que había salido de la capital de España a las 18:30 horas. Después se averió otro convoy que había salido de la Ciudad Condal y el de Madrid paró a recoger los viajeros que se dirigían a Asturias. Pero en este se estropeó también la electricidad y no abrían las puertas. La indignación era patente entre los pasajeros. El tren acumulaba a las once de la noche más de dos horas de retraso (debía llegar a Gijón a las 23.30).

Por lo que respecta a las carreteras, al cierre de esta edición permanecían cerradas seis: San Isidro (AS-112), Tarna (AS-117), Leitariegos (AS-213), puerto Ventana (AS-228) Connio (AS-348) y La Marta (AS-364). Otras once carreteras requerían cadenas en el caso de los turismos y estaban cerradas a camiones y autobuses.