La noticia del asesinato de una mujer a manos de su pareja o expareja, ¿debe ir en la sección de "Sucesos" o en otra zona de un medio de comunicación? El dilema ilustra la necesidad de centrar adecuadamente un problema como condición ineludible para contribuir a resolverlo. "La violencia no es un suceso; es un problema estructural en el fondo del cual subyace la subordinación de las mujeres con relación a los hombres", subrayó ayer Pilar López Díez, investigadora en comunicación, violencia machista y políticas de igualdad. "España es el país en el que más se informa de la violencia masculina contra las mujeres", precisó la doctora en Ciencias de la Información.

La experta intervino en la mesa redonda titulada "El periodismo ante la violencia de género: una toma de conciencia", celebrada en el Salón del Té del teatro Campoamor, de Oviedo. Junto a ella ofrecieron la experiencia de su trabajo cotidiano tres periodistas asturianas, en un coloquio al que asistieron las responsables de algunas entidades dedicadas a la defensa de la mujer. "La violencia de género es un problema colectivo, no un asunto privado", aseveró Susana Díaz Machargo, periodista de "La Voz de Asturias" y moderadora del acto, organizado por la Asociación de la Prensa de Oviedo y la Concejalía de Atención a las Personas e Igualdad del Ayuntamiento de Oviedo.

Marián Martínez, redactora de LA NUEVA ESPAÑA especializada en violencia machista, llamó la atención sobre la "delgada línea que separa la información del amarillismo". A su vez, subrayó las limitaciones que las leyes imponen al trabajo de los informadores: "La legislación es muy garantista. Tenemos que hablar siempre de 'presunto asesino' aunque casi hayamos sido testigos de los hechos". Marián Martínez hizo hincapié, asimismo, en las "conductas de subordinación respecto a los hombres" que se aprecian en la actualidad en una parte de las chicas jóvenes, en cuestiones tan personales y privadas como "la ropa que deben llevar, los contenidos de sus teléfonos móviles o los mensajes que envían a través de las redes sociales".

Chelo Tuya, periodista de "El Comercio", puso la lupa sobre el contraste entre la teoría y la práctica en los modos de informar. "La teoría está genial, los protocolos son estupendos, pero no hay que perder de vista las limitaciones con las que trabajamos los profesionales de los medios", indicó. Entre tanto, Patricia del Gallo, redactora de Televisión del Principado (TPA), enfatizó que "en las informaciones nunca debemos justificar o motivar lo que ha hecho el agresor".