Quienes acudieron días atrás al concierto escenificado de "La Gaviota" en el auditorio del Conservatorio de Música de Oviedo, habrán comprobado que sobre el escenario y tras él hay mucho talento tanto musical como en la puesta en escena. En esa escena siete cantantes, alumnos del Conservatorio, matriculados en distintos niveles académicos, unos procedentes del Conservatorio Profesional y otros del Superior, juntos por primera vez en un escenario. Ellas son Janeth Zúñiga, Canela García, María Heres, Alexandra Peláez y Paula Montejo. Ellos, Adrián Begega, y Óscar Castillo.

Participaron también el actor Adrián Valdés, el coro del Conservatorio Superior dirigido por Manuel San Emeterio y el guitarrista Juan Ainvar. Como colaborador de lujo, el peluquero Manuel Mon.

Con este reportaje LA NUEVA ESPAÑA inicia una serie de fin de curso alrededor de los estudios artísticos en el Principado.

Pocas carreras tan complicadas como la de canto. En primer lugar, por larga: seis cursos en el grado profesional y otros cuatro en el grado superior. Y a partir de ahí, a ganarse la vida. Janeth Zúñiga es mexicana, del Estado de Chihuahua, y lleva en España siete meses. Dice que feliz. Está a punto de finalizar el primer curso del grado superior. Sabe que "esto es una carrera de fondo" pero también que es "una forma de vida".

A la mexicana Zúñiga le tocó hacer el papel de "La Gaviota", personaje nacido de la inspiración de Cecilia Böhl de Faber, hija de diplomático alemán, nacida en Suiza, nacionalizada española y fallecida en Sevilla. Cecilia castellanizó su firma literaria por la de Fernán Caballero, y hasta le cambió el género. En "La Gaviota" ahonda en el mito de Carmen, personaje con aura de capacidad destructiva.

"La Gaviota" en el Conservatorio de Música de Oviedo podría ser entendida como el trabajo fin de curso, pero es mucho más. Tras la actuación de esta nueva generación de cantantes líricos que se está fraguando en Asturias hay profesorado ilustre. El guión y adaptación de la obra correspondió a Ana Cristina Tolivar, y la dirección musical corrió a cargo de la profesora de canto de ambos conservatorios Begoña García-Tamargo.

La mezzosoprano María Heres, tiene 22 años recién cumplidos y una sugerente carrera artística por delante. Cursa quinto de grado profesional y ha ganado el Certamen Nacional Melómano Intercentros 2017, que reunió en Alicante a los mejores estudiantes de Conservatorios. Es de Oviñana y asume que le queda un buen trecho "para seguir formándome". A los estudiantes de canto se les mima. Hay clases individualizadas, un alumno con dos profesoras, la de canto y la pianista acompañante, Paola Fuentes, convertida casi en el alter ego de los alumnos: "Sé si van a tener un buen día para cantar en cuanto los veo entrar por la puerta". Fuentes parte de una base, y es que "cantar sin emoción no es cantar". Piano y voz se convierten en un todo, en un diálogo.

Mireia Latorre es profesora de fonética aplicada al canto. Su función, por decirlo de forma sencilla, es conseguir que cualquier alumno pueda cantar en italiano, francés, alemán o inglés aunque no domine por completo el idioma. "Es importante que aprendan la fonética de estos idiomas y su aplicación al canto como los cuatro idiomas en sí", que son obligatorios a lo largo de cuatro años de carrera.

La lengua más difícil es el francés, "porque hay que saber pronunciar correctamente un sistema vocal más complejo que el español y que incluye cuatro vocales nasales distintas". Paola Fuentes viene de La Mancha, Mireia Latorre de Cataluña, y son dos de los afortunados "fichajes" recientes del Conservatorio de Oviedo.

La alumna madrileña Canela García tiene 29 años y no ha perdido el tiempo. Es Ingeniera Agrónoma e hizo seis cursos de piano "pero mi mundo es el canto". Está en primero del grado superior. La gijonesa Paula Montejo, 20 años, acaba de aterrizar (termina primer curso del profesional) y compagina estudios con los de Filología Inglesa.