San Juan de la Arena,

Myriam MANCISIDOR

Los peores presagios se cumplieron la noche del domingo en la ría del Nalón. Los pescadores que inauguraron la costera de la angula regresaron a casa con las manos vacías y frío en el cuerpo. Pero sus cedazos no cogieron ni una sola angula y la lonja de la Cofradía «San Juan Bautista» abrió sus puertas sólo para escuchar lamentos. No hubo ni rula.

Esta noche, los pescadores del Nalón volverán a intentarlo, aunque la mayoría ha decidido dejar la faena hasta la primera «oscurada», que será el próximo viernes. Las «oscuradas» son, en jerga de pescadores, las noches sin Luna, en las que se suelen dar condiciones favorables para la pesca de la angula, más aún si llegan acompañadas de lluvia y aguas revueltas.

«Saldremos dentro de unos días, ahora mismo no es rentable porque no hay nada. Tiene que bajar el agua turbia para que podamos coger algo», explicaba ayer el angulero Iván Pulido. Este joven, al igual que sus 46 compañeros de tierra y cincuenta pescadores con lancha que participan en la recién estrenada costera, tiene sus esperanzas puestas en la próxima semana. También en la rula. «Es lo de siempre, lo que estamos cansados de decir. Si hay poca angula pero buen precio, se puede salvar la costera», explicó.

En la pasada campaña, el precio de la angula en la Cofradía «San Juan Bautista» rozó máximos históricos. La pesca, sin embargo, apenas superó los mil kilos en la rula de La Arena. De ahí que el recién nombrado patrón mayor de la Cofradía «San Juan Bautista», Eloy Sopeña, dijera días atrás que es tan importante conseguir un buen precio para la angula como evitar que se venda de «estraperlo».

«Hay mucha gente que vende la angula directamente a bares o particulares, de tal manera que esa angula no pasa por la rula y perdemos todos», afirmó entonces Sopeña.