E. CAMPO

«Ahoj» es hola en checo, una de las palabras que aprenden estos días los alumnos de Blanka Vyhnalova. Esta joven profesora es ayudante «Comenius» en la Escuela Oficial de Idiomas de Avilés e imparte un curso de checo para viajeros, además de cultura básica de su país. Con esta nueva oferta educativa se elevan a once los idiomas que se imparten en los centros públicos avilesinos. El checo es la única eslava que se enseña en estos momentos. Junto a la oferta de idiomas como francés o alemán, otra muy específica: el español para extranjeros. Para los alumnos de Secundaria está destinada el aula de inmersión lingüística, mientras que los mayores de 18 años pueden acudir al Centro de Adultos.

Blanka Vyhnalova, oriunda de Kostelec Nad Cernymi Lesy, entiende bien el español, aunque todavía no se siente muy segura a la hora de hablarlo, y se desenvuelve con más soltura en alemán (su especialidad) e inglés. Su llegada a la Escuela de Idiomas está relacionada con el convenio «Grundving», en que participa el centro avilesino. Belén Álvarez, jefa de estudios adjunta, explica que se pidió una ayudante «Comenius» como complemento, para familiarizarse con los países socios. Y así fue como Vyhnalova llegó a Avilés. En principio, iba a colaborar con los departamentos de alemán y francés, pero aprovechando sus posibilidades se ofrecieron las clases de checo, en turnos de mañana y de tarde. «Y la acogida ha sido muy buena», explicó la jefa de estudios.

El enfocar las clases hacia el turismo se debe, indicó Álvarez, a que todos los alumnos viajaron o quieren viajar a la República Checa, y fuera de Praga sin checo no hay forma de comunicarse. «Nos parecía interesante un curso de supervivencia básico», concretó. Las nociones sobre cómo coger el autobús, comer en un restaurante o ir al médico se completan con una serie de «power-points» que elaboró la checa y que recogen los aspectos básicos de su cultura.

Blanka Vyhnalova estudió Historia y Alemán, y su objetivo es ser profesora. A Asturias llegó en enero y su estancia se prolongará hasta finales del próximo mes. «Mucha gente sólo sabe de Praga, pero no saben ni situar en el mapa la República Checa», afirma. Por eso en sus clases explicará que su país es un miembro más de la Unión Europea, aunque de momento no implantó la moneda única, famoso por su producción automovilística y que se sitúa entre Alemania y Polonia. Un país donde, por cierto, el español es cada vez más popular. «Mucha gente quiere, por ejemplo, ir a trabajar a Sudamérica y por eso quiere aprender el idioma. También son muy conocidas ciudades como Barcelona», explica.

En Asturias encontró Vyhnalova una geografía similar en ocasiones a la de su país, «verde y con montañas». Las diferencias las encuentra en el carácter del paisanaje. «En Asturias la gente es muy abierta. Para nosotros a veces es un problema, se nos acercan demasiado. Pero es muy fácil hacer amigos y la gente se esfuerza en entenderte», sonríe. Del nivel de dificultad del checo, la joven reconoce que la gramática es complicada, y hablar el idioma, también, aunque sus cursos serán muy básicos. «Lo mejor es que para pronunciarlo es poco problemático», concluye.