Francisco L. JIMÉNEZ

Los humedales de la comarca despiden estos días a las últimas aves invernales, que con la llegada de temperaturas más cálidas buscarán parajes más septentrionales para procrear. Se acaba la invernada ornitológica y se abre un compás de espera hasta que, allá por mayo, lleguen las bandadas de pájaros que pasarán buena parte de la primavera y el verano en el estuario de Avilés y en embalses próximos como los de Trasona, La Furta y La Granda.

Los ornitólogos que vigilan con asiduidad estas áreas de alto valor ambiental coinciden en señalar que este año, a excepción del gran número de arceas afincadas en Avilés, ha sido una temporada más floja de lo habitual, con menor presencia de ejemplares y, además, marcada negativamente por el vertido de alquitrán que el pasado mes de noviembre ensució las aguas de la ría y las zonas de ribera.

Nadie se pronuncia sobre las causas de esta menor presencia de pájaros en la comarca, cuestión que se achaca a «ciclos» y que se espera que mejore cuando lleguen de nuevo los meses más fríos del año. Caso de mantenerse la menor presencia de pájaros, entonces sí que se analizará a fondo el asunto.

César Álvarez, ornitólogo con amplios conocimientos de la fauna que habita en los humedales de la comarca y miembro del colectivo Mavea, lamenta que las condiciones ambientales de la ría, uno de los espacios preferidos por diversas especies de pájaros migratorios para pasar el invierno, sean «cada año peores». Y eso, independientemente de episodios contaminantes como el vivido hace cuatro meses y cuyas secuelas se padecieron durante semanas en forma de manchas de hidrocarburo de diferentes intensidades.

Hoy sólo quedan pequeñas comunidades de cormoranes y limícolas en las áreas de interés ornitológico de la comarca. Bastantes menos de las 1.125 que fueron contadas en enero, en el ecuador de la invernada, por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural como parte del censo asturiano de aves invernantes.

Esta iniciativa de la Dirección general de Biodiversidad y Paisaje, que dirige José Félix García Gaona, también cifró la población de otros espacios de la comarca como las playas de Castrillón (262 ejemplares), el embalse de Trasona (301 aves), el embalse de La Granda (250 aves) y el embalse de La Furta (235 aves). La especie más representada cuando se hizo el censo era, con diferencia, la gaviota, seguida de cormoranes y porrones.

Para los ornitólogos que frecuentan las aguas de los humedales avilesinos este tipo de censos no aporta el suficiente grado de detalle, y aseguran que la población de aves siempre es mayor que la censada. El grupo de aficionados que mantienen vivo el blog «paxaros-en-la-ria-de-aviles.blogspot.com» anima a seguir desde internet las evoluciones de la población de pájaros en el estuario avilesino.