Salinas, M. MANCISIDOR /

I. MONTES

«Excelente cofrade, buena persona y mejor amigo». Con estas palabras, la Cofradía Buena Mesa de la Mar entregó ayer el «Apareyo buena xente» a la viuda de César Arias, quien durante tiempo y hasta el pasado mes de diciembre, cuando falleció, ocupó el cargo de tesorero de la entidad. Emocionada, Pilar Martínez recibió el homenaje que la mesa mayor de la cofradía quiso rendirle a título póstumo a su marido. A su lado estaban José Manuel González y Arturo García, responsable de la intendencia gastronómica y cocinero mayor, respectivamente, quienes también recibieron el «Apareyo» entre aplausos.

Igualmente emocionados, los cofrades agradecieron el reconocimiento. «Creo que en esta cofradía hay más gente que se merece este galardón», afirmó Arturo García, y González, añadió: «Seguiremos adelante con nuestro trabajo».

Y es que el «Apareyo buena xente» lo entrega la Cofradía Buena Mesa de la Mar de Salinas a aquellos cofrades que colaboran activamente con la entidad. De los homenajeados ayer, los responsables de la peña afirmaron: «Arturo y José Manuel son los que sostienen el pabellón». «La mesa mayor pensó en ellos porque son personas con méritos sobresalientes por su colaboración; de César tenemos que decir que se unió en su día a esta entidad con ilusión, llegó con muchas ganas y en seguida se decidió a llevar la contabilidad. Era un excelente cofrade», destacó el presidente de la entidad, Vicente Quintanilla.

La ceremonia, precedida por la celebración de la asamblea general ordinaria de la cofradía, incluyó además la toma de juramento a cinco nuevos cofrades. También se presentaron las cuentas de la entidad, se dio constancia de las actividades realizadas en 2007 y se presentaron las propuestas para 2008. Entre ellas destaca la posibilidad de participar en la travesía del buque-escuela «Creoula», del Ferrol a Lisboa, una visita a la Expo de Zaragoza, la presentación de la nueva revista «Anclas» o la participación en los actos de entrega de los premios «Príncipe de Asturias». La fiesta concluyó con un vino español en las instalaciones de la Buena Mesa del Mar en La Colonia de Salinas.