Francisco L. JIMÉNEZ

Los trabajos para la reconstrucción del horno principal de la fábrica de vidrio de La Maruca, propiedad de la multinacional francesa Saint-Gobain, avanzan sin contratiempos de relevancia y de acuerdo a los planes previstos. La última hora es que hace pocos días comenzó la fase de cimentación de la solera del gran mecano que dará forma al horno, a la que seguirán las de montaje de las estructuras metálicas y revestimiento de las paredes interiores del crisol.

Además, el material refractario que se requiere para la delicada operación de «forrar» el horno ya ha llegado a Avilés procedente de otra factoría de Bélgica en la que estaba previsto una reparación, ahora aplazada. Una preocupación menos, dada la dificultad para conseguir este tipo de producto en el mercado y la gran cantidad del mismo que se necesita para hacer un horno completo.

La fase de cimentación de la base del nuevo horno es la que menos prisas admite de toda la construcción, y no se podrá avanzar en nuevos trabajos hasta que el hormigón haya fraguado. La previsión de la empresa sigue siendo encender durante el mes de julio el horno, que finalmente tendrá capacidad para producir 750 toneladas diarias, 50 más que el destruido en marzo. Como aquél, se trata de un horno de tipo «float», llamado así por la característica técnica que mejor lo define: hace flotar el vidrio durante el proceso de fabricación del mismo.

El arranque de la instalación no implicará un inmediato inicio de la producción. Antes debe procederse al calentamiento paulatino del crisol y a la realización de pruebas técnicas y de calidad. De ese modo, los responsables de Saint-Gobain siguen mirando un poco más allá de julio para fechar el momento en que el horno empezará a trabajar en régimen de plena capacidad.

La inversión que acometerá la multinacional francesa Saint-Gobain para reconstruir el horno de su fábrica de Avilés asciende a 35 millones de euros, según el anuncio que la propia empresa hizo a finales de marzo. Ese dinero debería garantizar la realización de los trabajos en «tiempo récord» y, según destacaron directivos del grupo, «da idea del compromiso de la firma con Avilés».

Por otra parte, la próxima semana está previsto que los empleados de los cinco centros de trabajo de Saint-Gobain en España se pronuncien sobre el preacuerdo de convenio colectivo que negociaron los sindicatos con la compañía y que tiene el visto bueno de UGT y CC OO.

En medios sindicales de la fábrica de La Maruca se admite que la propuesta de convenio responde a una coyuntura excepcional relacionada con la destrucción del horno de la fábrica de Avilés y que entrañará, de ser aceptada finalmente, un cierto ejercicio de responsabilidad por parte de los trabajadores.

El borrador de convenio estipula una vigencia del acuerdo laboral de un año -un síntoma claro de la excepcionalidad del mismo- y una subida salarial equivalente al IPC más 0,8 puntos, además de mantener la fórmula del contrato de relevo para favorecer el rejuvenecimiento de la plantilla.

12 de marzo

Un incendio destroza el horno principal de Saint-Gobain en Avilés.

13 de marzo

La empresa garantiza la reparación del horno, el empleo y el suministro a los clientes.

26 de marzo

La compañía cifra el coste de la reparación en 35 millones.

Abril-mayo

Se elabora el proyecto de reconstrucción del horno y comienzan las obras.