L. M. A.

El gobierno local cuenta con poder aprobar provisionalmente el próximo mes de junio las modificaciones para aumentar la edificación del plan de Gaxín, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Alfredo Iñarrea. Con 3.531 viviendas, 2.176 de ellas protegidas, se trata de la mayor operación residencial de la historia de Avilés. Ha seguido un largo trámite en el Ayuntamiento desde que se aprobó con carácter prioritario en julio de 2006. La tramitación de las modificaciones guarda un curso paralelo con el plan parcial aprobado, a su vez, por decreto el pasado febrero.

El Pleno dio vía libre el 20 de diciembre a un cambio urbanístico en relación a ese plan parcial, que supone 85 chalés menos de los previstos y 126 pisos más en altura, que Iñarrea atribuyó en su día a la magnitud de la operación y a la necesidad de reordenar el terreno de manera que haya un mejor «desarrollo sostenible». El PP, que votó en contra de los cambios, pidió entonces una nueva revisión del planeamiento, ya que en él, según los populares, se han venido produciendo modificaciones significativas desde que entró en vigor.

Los promotores que compraron suelo en Gaxín a pequeños propietarios presentaron en el Ayuntamiento, y con motivo del avance, unas alegaciones pidiendo cambios que concuerdan con los que finalmente se han llevado a cabo. El dueño del Real Avilés Industrial, José María Tejero, llegó a reclamar la reducción de un 20 por ciento de la edificabilidad con motivo de las alegaciones al avance. Alfredo Iñarrea lo justificó refiriéndose a una mejor ordenación y al incremento de zonas verdes que, de acuerdo con sus explicaciones, se va a producir con los cambios. El edil de Urbanismo sostuvo, además, que no se habían alterado los coeficientes de edificabilidad para no tener que exponerse el Ayuntamiento a las indemnizaciones que pedirían los dueños de los terrenos.

La operación tiene por delante aún algo más de medio año hasta el inicio previsto de las obras. El nudo principal de la actuación se desatará en los tres meses siguientes a su aprobación definitiva, cuando llegue el momento de decidir quién o quiénes ejercerán, al ser dueños mayoritarios del suelo, el papel de agentes urbanizadores.

El Ayuntamiento rechazó en agosto de 2007 las dieciséis alegaciones o sugerencias presentadas al avance de esta actuación, remitiéndose en casi todas ellas al plan parcial. Las alegaciones, consideradas parte de un «mero trámite» y sin lugar a recurso, las presentaron particulares, empresarios y el propio Partido Popular, que planteó entonces dos «pinchazos» para mejorar las comunicaciones, una nueva ubicación integradora entre la vivienda libre y la protegida y evitar que los propietarios de las viviendas unifamiliares que queden en pie tengan que financiar los costes de urbanización. Al menos ocho de estos propietarios reclamaron una delimitación del ámbito del plan. El Ayuntamiento respondió que dicha delimitación no entra dentro de las competencias del plan parcial y que excluir las catorce parcelas de las viviendas afectadas supondría «generar numerosas islas, limitando la capacidad de reordenación del plan parcial en todo el proceso restante de planeamiento».

Trámites

El Pleno aprobó el pasado diciembre por primera vez las modificaciones, que han pasado desde entonces el trámite de información. En febrero el Ayuntamiento aprobó, esta vez por decreto, el plan parcial, que anteriormente había tenido ya un avance. Se trata de la mayor operación residencial de la historia de Avilés, con 3.531 viviendas, 2.176 protegidas.