Saúl FERNÁNDEZ

La corte escocesa de mediados del siglo XI era una corte sangrienta. Los reyes concluían sus reinados con las gargantas abiertas por cuchillos traidores. Este era el ambiente en que se movía el Thane (Señor medieval) Macbeth. Enamorado y perdido por las artimañas de Lady Macbeth, decide armarse contra su rey. Este es el planteamiento de una de las tragedias más reconocidas de William Shakespeare. Las compañías «I Piau», «Teatro Defondo» y «Perigallo» se han unido para llevar a escena la vida ambiciosa del Macbeth medieval. La versión que se presenta esta tarde (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés, de Vanessa Martínez, traslada la corte escocesa a una prisión, «pero no es por ser modernos, es para hacer más comprensible una historia como esta», comentó la directora del espectáculo, el primer estreno nacional del año que acoge el odeón avilesino.

La obra shakespariana -la tercera del mismo equipo, tras «La tempestad» y «Mucho ruido y pocas nueces»- aparte de trasladarse a una cárcel cuenta con un reparto sólo de hombres, incluso para hacer papeles femeninos, pero esto no es nuevo: el teatro isabelino, el de Shakespeare, Marlowe o Jonson, se caracterizaba por la ausencia de actrices: a Julieta le daba vida un actor de voz dulce. La compañía de Vanessa Martínez sigue este presupuesto, pero avanza un paso más: Lady Macbeth es un hombre (Pablo Huetos), pero un hombre enamorado de Macbeth, o sea, «la relación que se descubre es homosexual», explicó Huetos, con la satisfacción de coprotagonizar una tragedia como la que programa esta tarde el Palacio Valdés. Javier Manzanera, el actor que da vida a este Macbeth en la trena, dijo que el espectáculo presenta a los dos protagonistas «como integrantes de un equipo», es decir, «uno se apoya en el otro». Vanessa Martínez apuntó, durante la presentación, que el «Macbeth» carcelario nació de la necesidad «de llegar a todos los espectadores». La escenografía transforma las tablas del Palacio Valdés en un celda, en un comedor, en las duchas... «Se trata de una película de acción, donde todo se desarrolla muy rápido», comentó la directora de la función.

La producción, fruto del trabajo de tres compañías regionales e independientes, llega a Avilés, según señaló Vanessa Martínez, «por el empeño del director del Palacio Valdés (Antonio Ripoll)», seguidor del trabajo de los tres grupos. Las compañías proceden de Madrid, Cuenca y Murcia, «un modo de anclarnos en tres comunidades autónomas, porque somos tres compañías independientes y es muy difícil distribuir el espectáculo», concluyó la directora.