ricardo solís

La hermandad del Santo Entierro celebró ayer su cena anual de cofrades, en cuyo transcurso realizó un homenaje al sacerdote Rodrigo Suárez, de Santo Tomás de Cantorbery, y a la empresa Autos Villa, representada por Roberto Fernández. El hermano mayor de la cofradía, José Villoldo, explicó que en ambos casos se tuvo en cuenta la vinculación con la ciudad. Los homenajeados -en la imagen- recibieron sendas placas conmemorativas.